Termina la campaña de montanera con buenos precios pero escasa rentabilidad
La subida del coste de los piensos hace que las cuentas no les salgan a los ganaderos
El pasado 31 de marzo finalizó oficialmente la montanera. Una campaña marcada por la recuperación de los precios en el porcino ibérico, con precios medios entorno a 35 euros la arroba, dependiendo de la categoría.
Sin embargo, el «abusivo» incremento de los costes productivos, especialmente de los piensos necesarios para la alimentación previa a la entrada en la dehesa, así como de la electricidad, «hacen que las cuentas no le salgan a los ganaderos de porcino o que prácticamente solo les dé para cubrir gastos», declara el técnico responsable de Ganadería de Asaja Sevilla, José Manuel Roca. En este sentido, subraya que «para el ganadero que compra sus lechones, los aprimala y los lleva a montanera la ganancia ha sido más bien justa».
La campaña se ha desarrollado «sin incidencias», tampoco a última hora en el matadero, donde a diferencias de otros años no ha habido atascos en el periodo de sacrificios, y las fechas se han ido cumpliendo en tiempo y forma.
Cosecha de bellotas
En resumen, la campaña 2021-2022 ha sido «media» en cuanto a la cantidad de bellotas, un fruto con cosecha muy heterogénea según provincias y comarcas, e incluso ha habido grandes diferencias dependiendo de las fincas, siendo la de alcornoque la más escasa.
En cuanto al número de animales, se han sacrificado 655.600 cochinos de la categoría de bellota, unos 16.000 menos que en la campaña anterior, cuando la previsión estimaba una caída mucho mayor.
Andalucía produce el 47% del ibérico de bellota y en las dehesas de Extremadura se engordan el 38%, por lo que entre estas dos comunidades autónomas concentran «el 85% de la oferta de cochinos de bellota de España», apunta Roca.
Dentro de esta alimentación, la pureza racial (100% ibérico) continúa ganando adeptos, y ya alcanza al 64% de los animales, frente a un 36% que es ibérico cruzado. De hecho, el ibérico 100% de bellota ha crecido un 40% en los últimos cinco años. En cuanto al ibérico cruzado (36%), un 28% son ibéricos al 50% y apenas un 8% de los animales en montanera son ibéricos al 75%, una categoría que baja año tras año.
Buenos precios
Tras la pésima campaña de 2020-2021, con precios «de ruina» para el ibérico de bellota, con medias de 25 euros la arroba, los precios para el ibérico se han recuperado, cotizando el ibérico puro de bellota en la horquilla de 35-39 euros la arroba, y de 34-37 euros la arroba en el caso del ibérico cruzado.
Igualmente, los precios de la categoría de cebo y cebo de campo no paran de subir, aunque la carestía del pienso es un hándicap para estos ganaderos. «Los cochinos se han vendido a buen precio, pero también es verdad que ha costado mucho producirlos», insiste el técnico de Asaja Sevilla, que apunta a que la preocupación del sector está ya «en la próxima montanera».
Así, señala que «el ganadero que tiene madres reproductoras tiene un enorme problema, ya que no sólo es que los precios del pienso sigan subiendo, sin tocar techo, sino es que nos enfrentamos a un más que probable escenario de desabastecimiento de la alimentación animal, debido a las consecuencias de la guerra de Ucrania y también a la huelga del transporte en España».
Piensos de Sudamérica
Y es que aunque España ha flexibilizado las condiciones para importar maíz de Argentina y Brasil para que suplan la paralización de las importaciones de Ucrania tras la invasión rusa, «dichas importaciones de Sudamérica empezarán a llegar a finales de abril», pero «es ahora cuando hay que planificar y decidir la siguiente montanera, y con estas incertidumbres los ganaderos de ibérico no saben qué hacer», lamenta el técnico.
Por otro lado, «hay muy pocos lechones con edad suficiente para la siguiente montanera, ya que se quitaron muchas madres». Por ello, los animales «están carísimos y será carísimo también llevarlos hasta montanera con lo que vale el pienso». Por ello, José Manuel Roca se pregunta: «¿A qué precio vamos a tener que vender nuestros animales la próxima campaña para que nos resulte esta actividad rentable?».
Entre la industria también empieza a cundir cierta preocupación, ya que «los jamones y las carnes ibéricas no paran de subir de precio, y el poder adquisitivo de la sociedad está tocado tras la pandemia del Covid, la inflación y el encarecimiento de la energía», lo que «podría afectar a las ventas».
En cualquier caso, a corto plazo, como todo apunta a la recuperación de las fiestas de la primavera (como la Semana Santa y la Feria de Abril, donde el consumo de estos productos se dispara), «se prevé una gran salida de productos ibéricos, pudiéndose dar el caso de que acabemos con los stocks antes incluso de finalizar el año», apunta Roca.
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