Cómo salir de un apuro empeñando joyas y relojes
POR ANA FERNÁNDEZSEVILLA. Arreglar la lavadora, comprar un coche de segunda mano o la comunión del niño son algunos de los motivos por los que el año pasado 13. 000 personas acudieron al Monte de

POR ANA FERNÁNDEZ
SEVILLA. Arreglar la lavadora, comprar un coche de segunda mano o la comunión del niño son algunos de los motivos por los que el año pasado 13. 000 personas acudieron al Monte de Piedad situado en la calle Arroyo 55 para empeñar sus joyas.
Al contrario de lo que puede pensarse, la clase social no es el rasgo que define a las personas que acuden a las ventanillas de esta oficina amplia y luminosa. «Los clientes son de todas las clases sociales, pero sí es verdad que predominan los excluidos financieros, personas que no tiene nómina, trabajo fijo o ingresos suficientes, y no pueden optar a un préstamo normal. Son familias que necesitan un dinero rápido. » nos dice Francisco Aguilera, Jefe del Monte de Piedad de Sevilla.
El procedimiento
Los únicos requisitos imprescindibles son que sean mayores de edad, para lo que basta con presentar el DNI, y que las piezas que aporte sean verdaderas. El procedimiento es sencillo y rápido. Los clientes, previa petición de cita por teléfono, acuden a las ventanillas donde un tasador experto comprueba su pureza y ofrece al dueño el valor estimado por el que se pueden cambiar. Si éste acepta, las joyas son depositadas en una caja con todos los datos del depositario, se firma un contrato y se hace entrega del préstamo. Así de fácil. No es de extrañar que con estas condiciones ( el interés es más bajo que el del mercado) el Monte de Piedad de Sevilla realice una media de 60 operaciones diarias.
Una vez hecho el préstamo éste puede liquidarse en el momento en que se desee total o parcialmente sin gasto alguno, o renovarse cada año simplemente liquidando los intereses hasta un máximo de tres años. A partir de ese plazo, el Monte notifica al dueño que sus piezas saldrán a subasta en caso de no retirarse, aunque -según cuenta Francisco Aguilera- «los plazos no son estrictos al 100 por cien. Si el cliente no puede retirar las piezas existe la posibilidad de tasarlas de nuevo y ofrecerle un nuevo préstamo por el mismo valor».
Si la pieza sale a subasta el Monte recupera el dinero prestado, los intereses y el resto del precio pagado por la joya pasa al dueño. Sin embargo, sólo el 3 por ciento del total de los préstamos sale a subasta, y en su mayoría es porque el cliente así lo desea. Sin embargo, la mayoría de las piezas en depósito son rescatadas y vuelven a la oficina cuando el dueño necesita de liquidez inmediata. «Tenemos joyas conocidas de clientes muy antiguos que utilizan este servicio para salir de apuros e imprevistos como la comunión de los niños o las facturas».
La mayoría de los Montes aceptan sólo metales nobles y piedras preciosas, aunque algunos -como Caja Madrid y Bancaja- también trabajan con obras de arte. Si la joya lleva engastada una piedra semipreciosa se acepta sólo por el metal en que va engastada. No existe un máximo en el importe del préstamo, pero sí un mínimo de 150 euros.
En 2006, casi el 75 por ciento de los préstamos realizados tenían un importe de 600 euros y una vida media de 16 meses. Así el pasado año, el Monte de Piedad de Sevilla contaba con unos 13.000 clientes, 19.000 préstamos realizado y aproximadamente 140 piezas en depósito. A pesar de lo que se piensa, estas entidades no son cosa del pasado. Solo el año pasado, de los 13.000 clientes con los que contaba el Monte de Piedad de Sevilla, casi 1.800 eran clientes nuevos.
Existe aÚn el mito de las joyas robadas que son empeñadas por el ladrón, pero -señala Aguilera- «estamos obligados por ley a enviar un listado a la Policía de todas las operaciones de préstamo y recuperación que realizamos, y solo una o dos al año son retenidas por la Policía».
En cuanto al perfil de los clientes, no ha cambiado mucho con el paso de los años. El 65 por ciento son mujeres, amas de casas, en su mayoría de edades comprendidas entre los 35 y los 60 años de edad. En los últimos años está aumentando el número de inmigrantes que acuden a estas oficinas. La facilidad y la rapidez a la hora de efectuar los trámites, así como la posibilidad de cancelarlo sin comisiones de ningún tipo y poder recuperar las joyas al instante son las principales razones que hacen que estas instituciones continúen hoy presentes en la vida de muchos sevillanos.
El Monte de Piedad de Sevilla recoge a diario una media de 60 depósitos con los que las familias sevillanas sufragan gastos de primera necesidad o imprevistos
ROCÍO RUZ
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