Cae una red que traficaba desde el Aljarafe con la «exclusiva» cocaína «alitas de mosca»
J.G.SEVILLA. La Guardia Civil ha detenido a ocho personas que presuntamente integraban la totalidad de una red de tráfico de cocaína de gran pureza que surtía una amplia zona del Aljarafe y algunos
J.G.
SEVILLA. La Guardia Civil ha detenido a ocho personas que presuntamente integraban la totalidad de una red de tráfico de cocaína de gran pureza que surtía una amplia zona del Aljarafe y algunos pueblos de Huelva.
En la que se ha denominado «operación Coquinero», los especialistas antidroga de la Benemérita han desmantelado todos los escalones de la distribución, incluido el «cocinero» que se dedicaba a transformar la droga adquirida a «narcos» colombianos en la «exclusiva» cocaína denominada «alitas de mosca» o «escamas», de una elevada pureza y por lo general destinada a consumidores de alto poder adquisitivo, a un precio de 60 euros el gramo.
La «operación Coquinero» que culminó durante los días de la pasada Feria de Abril, había tenido su origen en la localidad sevillana de Aznalcóllar, en la que la Guardia Civil comenzó a investigar a A.C.M., un presunto traficante de cocaína que estaría surtiendo de droga de gran pureza a localidades de Sevilla y Huelva.
En el transcurso de la investigación, los guardias civiles lograron llegar hasta el «cocinero» de la organización, identificado como R.G.C., cuya misión era procesar la cocaína de altísima pureza adquirida en Sudamérica para darle un primer corte y preparar las «escamas»listas para la venta. Esta modalidad de droga se reconoce porque al exponerla a la luz brilla como si se tratara de alas de mosca, lo que garantiza, a priori, una pureza que puede rondar el ochenta por ciento, aseguran especialistas en estupefacientes.
Según la Guardia Civil, el «cocinero» de la organización preparaba cada mes entre medio kilo y un kilo de droga para que A.C.M. lo pusiera a la venta a través de su red de distribuidores.
Meses después de iniciada la «operación Coquinero», los investigadores lograron identificar al que se considera cabecilla de la organización, H.M.R.B., un industrial del ramo de la alimentación instalado en el Aljarafe, sin antecedentes, que presuntamente era el que directamente se entendía con los «narcos» colombianos que suministraban la droga.
Las investigaciones llevaron a la práctica de dos registros domiciliarios, uno de ellos en Castilleja de la Cuesta, donde fue localizado el laboratorio de la droga, en el que se intervinieron diversos productos para el corte de ésta, así como un total de 1.016 gramos de cocaína «en escamas» de gran pureza.
El segundo de los registros fue llevado a cabo en la localidad de Aznalcóllar, donde los agentes localizaron más de 350 gramos de cocaína y cerca de 18.000 euros en efectivo.
Asimismo fueron intervenidos 14 gramos de hachís, que el «cocinero» tenía en su poder para su venta paralela a la de la cocaína; 8 gramos de marihuana; un escáner para captar frecuencias policiales; una PDA; dos balanzas digitales; ocho teléfonos móviles; dos vehículos todoterreno; tres turismos y una caja de caudales.
Además de a H.M.R.B., R.G.C. y A.C.M., la Guardia Civil detuvo a un hermano de éste último, con antecedentes por homicidio, que actuaba de correo de la droga, así como a A.L.M., que surtía a Aznalcóllar; M.L.L., dedicado a la venta en Castilleja, Gines, Camas y La Algaba, y M.A.M., que surtía de droga a Escacena del Campo, Paterna del Campo, Manzanilla y Villalba del Alcor, en Huelva.
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