Absueltos seis de los ocho acusados por narcotráfico en la «Operación Aiwa»
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha absuelto a seis de los ocho acusados de narcotráfico en la llamada "Operación Aiwa" al considerar que las escuchas realizadas por la Guardia Civil fueron ilegales, según confirmó el abogado defensor Manuel Manzaneque.
La sentencia condena a diez años de cárcel a J.M.A., que recogió
un paquete con cinco kilos de cocaína procedente de Caracas en la
oficina de Correos de La Algaba (Sevilla), y a M.M.H., que recogió
otro paquete con 5,5 kilos de cocaína procedente de Bogotá en la
oficina de Correos de La Rinconada (Sevilla), en ambos casos con la
droga oculta en equipos de música de la marca Aiwa.
El resto de los acusados -J.B.B., C.T.C., G.F.M., J.U.C., A.P.R.,
J.A.M.S.- han sido absueltos al quedar anuladas como pruebas las
escuchas realizadas por la Guardia Civil en la investigación por
considerar que fueron obtenidas de forma irregular.
El fiscal solicitaba penas de entre 11 y 13 años de cárcel para
los acusados de introducir en Sevilla al menos 15,5 kilos de cocaína
de gran pureza, valorada en 186 millones de pesetas y que enviaron
desde Venezuela y Colombia oculta en equipos de música.
El juicio fue suspendido en varias ocasiones porque uno de los
acusados, de nacionalidad colombiana, se encontraba en paradero
desconocido tras quedar en libertad condicional, por lo que
finalmente fue declarado en rebeldía y el juicio se celebró contra
los restantes.
Los acusados fueron detenidos en los meses de abril y mayo de 1999 después de que tres de ellos, de nacionalidad española, recogieran en oficinas de Correos sendos paquetes que contenían equipos de música, en cuyo interior se había practicado un doble fondo disimulado con cables en el que se había escondido la cocaína.
Aunque los procesados estaban acusados sólo por estos tres envíos
postales que totalizaron 15,5 kilos de cocaína, la investigación
practicada en su día por la Guardia Civil les relacionó con otros 35
kilos de cocaína introducida en otros cinco envíos recibidos en
Sevilla desde agosto de 1998.
La operación de la Guardia Civil, denominada "Aiwa" debido a la
marca de los equipos de música en los que se escondía la droga,
había comenzado seis meses antes, a raíz de que se detectara en
Barajas el envío de droga procedente de Caracas (Venezuela), cuya
entrega controlada fue autorizada por el juzgado para desenmascarar
la totalidad de la organización.
El fiscal acusó a J.B.B., de 50 años, como jefe de la red en
Sevilla y encargado de su distribución posterior en la ciudad, a
C.T.C., de 41 años, y G.F.M., de 36, como personas que financiaron
la compra de la droga, y al resto por asumir papeles en la compra de
la droga, la recogida de los paquetes o la captación de colaboradores.
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