Quedan tres semanas justas para que se alcance la fecha límite que el Gobierno puso sobre la mesa para mandar al parlamento su propuesta definitiva de reforma de las pensiones. 21 días en los que el Ejecutivo tratará de convencer a los sindicatos y a los partidos de la oposición de que es imprescindible efectuar la reforma para garantizar la sostenibilidad futura del sistema y, más a corto plazo, para tratar de aplacar la ira de los «mercados», que son los que prestan el dinero a nuestro país. El próximo 28 de enero hay Consejo de Ministros y esá previsto que ese día se apruebe el anteproyecto de ley.
Hay algunas líneas rojas que producirán conflictividad
- Retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. Es la línea roja que los sindicatos no van a tolerar que se traspase y tampoco el PP. Zapatero considera que es «imprescindible» y apuesta porque se haga de forma progresiva hasta 2027.
Hay acuerdo en poner coto a las prejubilaciones masivas
- Ampliación del número de años para cobrar la pensión completa. Sería otra manera de hacer que haya que trabajar más sin necesidad de ampliar la edad de jubilación. Por el momento, los cotizantes deben cumplir 15 años trabajados para acceder a la pensión mínima, del 50%; a la prestación completa, hoy, se llega con 35 años cotizados.
- Pensiones de diputados y senadores. La reforma de este privilegiado sistema quedará con toda seguridad fuera de la reforma. Permite a estos acceder a una pensión del 80% con solo siete años de actividad parlamentaria y al 100% de la misma con 12 años cotizados y 60 años de edad cumplidos.
Reformar el privilegiado sistema de pensiones de los políticos no entra en la agenda
- Pensiones privadas. El Pacto de Toledo recomienda que los ciudadanos hagan uso de ellas. En el borrador del documento de trabajo hecho público a finales del año pasado, se recomienda «dotar de estabilidad y garantizar la neutralidad del actual sistema de previsión social complementaria, regular un seguro de dependencia complementario de carácter privado y potenciar los sistemas complementarios de la Seguridad Social en el marco de la negociación colectiva». Es decir, se pretenderá fomentar el ahorro privado en pensiones tal y como hacen los propios miembros del Gobierno.







