La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado a Cándido Conde-Pumpido una prórroga de seis meses para poder seguir investigando posibles irregularidades en la emisión de pagarés por varias empresas del grupo Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz-Mateos. El próximo día 8, las diligencias abiertas por esta Fiscalía cumplirán un año (la duración máxima prevista en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal), aunque la investigación sigue abierta y pendiente del resultado de las pruebas encargadas a la Policía y a diversos organismos oficiales. En los próximos días, el fiscal general del Estado podría acordar mediante «decreto motivado» una prórroga de seis meses. La investigación que realiza Anticorrupción es el paso previo a poner los hechos en conocimiento del juez si se consideraran delictivos o, en caso contrario, a decretar el archivo de las diligencias.
Fuentes fiscales han explicado que las averiguaciones sobre Nueva Rumasa no se centraron en los pagarés hasta el pasado mes de octubre, pues desde marzo de 2010 hasta entonces tuvieron por objeto comprobar si la empresa estaba o no al día con Hacienda. Son cerca de medio centenar los procedimientos abiertos en todo el territorio español a distintas empresas del grupo por delito fiscal; Anticorrupción, sin embargo, no centraliza esa investigación, sino que la llevan a cabo las fiscalías de cada zona.
Posibles delitos
Anticorrupción sigue la pista a un posible delito de estafa (en la emisión de los pagarés) o incluso delitos de insolvencia punible o alzamiento de bienes (en el caso de que se hubiera producido una descapitalización de las sociedades).
De momento, no hay indicio de blanqueo de capitales. Las fuentes citadas explicaron que los inversores son, en su mayoría, empresarios que disponían de ese dinero, declarado al fisco, y que decidieron invertirlo en las sociedades de Ruiz-Mateos, versión que comparten diversos despachos de abogados consultados por ABC. El número de inversores con el que trabaja Anticorrupción es, en cualquier caso, sensiblemente inferior al anunciado por Nueva Rumasa: el holding habla de 5.000, mientras que los investigadores aseguran que no llegan a 2.000.
Mientras, la gestora estadounidense Oaktree, que estaría interesada en invertir en Nueva Rumasa, ha firmado un acuerdo de cooperación con este grupo que le permitirá llevar a cabo un proceso inicial de «due diligence» para todas las empresas de Ruiz-Mateos durante siete días. Fuentes de Oaktree han subrayado que «no ha adquirido ningún compromiso de inversión hasta el momento». Oaktree está ya presente en Campofrío y Panrico. José María Ruiz-Mateos Rivero dijo hace unos días que buscaban un socio que invirtiera «hasta 500 millones de euros». Por otra parte, la Junta de Andalucía ha advertido de que exigirá a Nueva Rumasa las subvenciones concedidas si no lleva a cabo las inversiones prevista.
Zapatero desea suerte
La anécdota del día se produjo en Doha (Emiratos Árabes), donde dos empleadas de Trapa-Elorriaga, perteneciente a Nueva Rumasa, pidieron ayuda al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras visitaba la Feria Internacional de Alimentación en esa ciudad. Atraído por los bombones que le ofrecían esas trabajadoras, Zapatero escuchó sus preocupaciones sobre la situación que atraviesa el holding de la familia Ruiz-Mateos y les deseó suerte.
