Dicen que las viejas glorias de la meca del cine mueren pobres. Pero una vez más, y fiel a su estilo, Elizabeth Taylor ha sido la excepción.
Según la revista especializada «Hollywood Reporter», la diva ha dejado una cuenta bancaria estimada en mil millones de dólares. Eso sí, la exorbitante cifra no sería fruto de la trayectoria interpretativa de Taylor, sino de su buen olfato para los perfumes. Las ventas de sus dos fragancias más exitosas —«White Diamonds» y «Passion»— le habrían generado ganancias por esa cifra desde 1991. Hasta la fecha, «White Diamonds» es el perfume de una celebridad más vendido del mundo.
Otra de las minas de oro que ha dejado Taylor como legado es su colección de joyas, valoradas en 150 millones. Todas las piezas —incluida «La Peregrina»— serán subastadas y el dinero recaudado será destinado a la lucha contra el sida. Ayer también se supo que en mayo se subastarán las cartas de amor de la actriz a su primer novio, W. Pawley, valoradas en 75.000 dólares. Así son algunas estrellas, ni muertas dejan de facturar.











