Fútbol

Fútbol / LIGA BBVA

La rendición no existe para el Real Madrid

Mourinho plantea un partido a la italiana y rompe al Athletic en mil pedazos con un contragolpe mortal

Día 10/04/2011 - 09.43h
Athletic
0
Real Madrid
3

En la tesitura en la que está el Real Madrid a estas alturas de temporada, el equipo tenía dos opciones: dejarse ir y mecerse con comodidad en los brazos de Morfeo, o sacar pecho y plantarse en el camino cual Leónidas en las Termópilas. Héroes sin esperanza, «a mí las mil flechas...». [Narración y estadísticas]

Optó por lo último: ni un paso atrás y luchar hasta el último aliento, vaya a que el del noreste se distraiga y haya premio. Eso sí, Mourinho aprovechó para hacer experimentos. Hasta siete titulares se dejó en el camino entre Madrid y Bilbao para conformar un equipo de los que a él le gustan en realidad: dos pivotes defensivos, uno (Pepe) metido entre los dos centrales para controlar el juego aéreo de Llorente, y una multitud de jugadores por detrás del balón para luego salir a la contra. Mourinho en esencia, un Madrid a la italiana, el Madrid que Mou querría sacar siempre si no fuese porque el Bernabéu no se lo iba a permitir (ya ha habido tres entrenadores que han salido por la puerta de atrás de Chamartín por jugar así a pesar de llevarse tres títulos en los bolsillos).

Pero Mou estaba en San Mamés y, cual jugador de póker, adivinó la maniobra de Caparrós. Por ahí empezó a ganar el partido, por ahí y porque el Athletic equivocó el camino. Llevó el encuentro a la refriega, al juego directo, al físico, a la bronca continua y a perder tiempo y energías en protestarle al árbitro. En el maremágnum de esa táctica absurda y perdedora, al Athletic se le olvidó jugar al fútbol.

Al Madrid no. El Madrid hizo un agujero continuo en el juego sobreexcitado y acelerado de su rival. Cien balones colgaron sobre el área blanca, y cada balón aéreo se convirtió en punzadas de cuchillo en los costados rojiblancos con contras mortales. En ese escenario Di María hace palmas con las orejas porque tiene un mar verde por delante y apenas tres defensores en el horizonte que miden 1,85 y son más lentos que el caballo del malo.

Así que se los llevó por delante. El Athletic tenía el terreno y el balón, pero no sabía qué hacer con él. El Madrid lo agarraba y se iba como una bala. Al minuto 13 Iraizoz, histérico ante una zaga histriónica, midió mal y se llevó por delante a Di María, que voló medio metro.

Pepe rompe el choque

Para colmo de males leoninos, Kaká marcó y cogió confianza. Kaká puede estar mal, fuera de forma o recién salido de una lesión larga y pesada, pero tiene una calidad enorme, y si empieza a creérselo puede ser un valor de enorme calibre para los blancos.

El gol hizo más profundo el mal bilbaíno y creciente la fe madridista. Pepe destrozó al león en todas las parcelas del campo, llegaba con velocidad a los costados y cortaba, se metía entre los centrales y frenaba el juego aéreo, iba al centro y se llevaba por delante a los centrocampistas locales. Unió a eso una gran salida de balón y los de Caparrós se fueron hundiendo más y más en la desesperanza.

Sin centrocampistas creadores, el juego directo del Athletic no hacía daño. Perdida la cabeza, perdido el partido. Castillo se convirtió en un niño jugando en el patio para hacer el penalti más estúpido de los últimos años y Kaká volvió a marcar para romper el choque en mil pedazos porque el nerviosismo y las mil carreras sin horizonte del Athletic acabaron por fundir los pulmones de su gente.

Luego, Mou movió piezas, sacó a Cristiano y sentenció el choque. Con el luso fresco y los bilbaínos muertos, sin un ápice de reserva en sus pulmones, era cuestión de tiempo que el pibón les rematara. Lo hizo en el 69 y ya no hubo más, solo la certeza de que Mourinho ya sabe cómo le va a jugar al Barcelona...

Ficha del partido

Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.