El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha negado que en la Encuesta de Población Activa de mañana se vaya a llegar a los cinco millones de parados, «que es un dato simbólico, tal y como fue cuando llegamos a cuatro millones».
Gómez ha dicho que «la tasa de paro depende de dos variables, cómo vaya el empleo, que en este primer trimestre no ha ido bien, y como vaya la población activa, que en este momento no es el mejor momento para que crezca aunque en la primera parte de la crisis sí lo ha hecho».
Gómez ha insistido en que hay que dejar tiempo a que funcionen las reformas
«En 1994 teníamos 1,1 millones de empleos. Cuando empezó la crisis inmobiliaria teníamos más de 2 millones, muchos más que Alemania que es un país el doble que nosotros. Ahora ya no hace falta mucho más empleo en construcción por encima de 1,4 millones de personas».
Respecto a la salud del sistema de la Seguridad Social, Gómez ha recordado que «hay un fondo de reserva que es uno de los más grandes de Europa», aunque sí ha reconocido que necesita de una recuperación del empleo para afianzar su fortaleza.
«Sin amnistías»
Respecto al plan para aflorar empleo sumergido, el ministro socialista dice que «la idea no es tanto mirar lo que se ha hecho en el pasado sino ayudar a las empresas a que afloren el empleo». Pese a todo ello, Gómez ha dicho que «no habrá amnistías, lo que habrá es un periodo de tres meses tras el cual las empresas deben saber que se endurecerán las sanciones cuando contraten ilegalmente a trabajadores. Durante este tiempo de tres meses si emerge el empleo no declarado daremos facilidades en forma de aplazamiento de pagos u otras pero no habrá amnistía, no habrá perdón». Ha asegurado que la Inspección de Trabajo endurecerá sus inspecciones y que también habrá sanciones a los trabajadores «que compatibilicen la prestación con el trabajo en negro.
Evitar otro «decretazo»
Respecto al acuerdo de negociación colectiva, que el Gobierno ha retrasado varios meses a la espera de un acuerdo entre patronal y sindicatos, el ministro de Trabajo ha vuelto a defender el valor del diálogo entre los agentes sociales y se ha mostrado confiado en que va a haber acuerdo que evite otro «decretazo» tal y como se produjo en la reforma laboral y de pensiones.







