Es lo que más teme Mourinho. El cansancio de los parones ligueros por los partidos de las selecciones. La temporada pasada pagó cara una de esas interrupciones. Con media plantilla agotada, física y psicológicamente, perdió definitivamente el tren de la Liga al caer por 0-1 ante el Sporting de Manuel Preciado en el Bernabéu. Sucedió el 2 de abril. Un gol del ex atlético Miguel de las Cuevas, a los 79 minutos, descolgó al Real Madrid de su persecución al Barcelona.
Ahora, el entrenador portugués trabaja para que esa fracaso no se repita. El fiasco del Sporting es uno de sus recuerdos de lo que no debe repetirse. Catorce de sus futbolistas han jugado con sus selecciones y tiene planificada una recuperación en tres días que debe reducir al máximo el cansancio de esos dos partidos internacionales, rematados con los viajes.
Puso un avión privado a Gonzalo Higuaín en Argentina, que voló a Bogotá para coger un vuelo regular a Madrid y pudo dormir el jueves por la noche en la capital de España. Cristiano y Arbeloa son tratados desde su llegada, por los fisioterapeutas, de sendas sobrecargas musculares que no deberían impedirles jugar. Pepe y Coentrao han hecho trabajo de recuperación, para no arriesgar. Y Ramos, Casillas, Xabi Alonso, Ozil, Khedira, Altintop, Varane y Benzema tampoco forzarán en estos días previos a un partido clave para el técnico: la visita al Valencia. Albiol, aunque viajó con España, no jugó y sí puede ejercitarse a mayor ritmo.
El objetivo es claro. El preparador luso quiere llegar como líder de la Liga al día 10, fecha del clásico frente al Barcelona y ha señalado el partido ante el Valencia como prioritario para mantener la cabeza del campeonato. Cuenta con Lass, que no ha sido convocado por su selección, para acompañar a Xabi Alonso en el centro del campo de una batalla que se presume dura. Kaká y Marcelo también están frescos para actuar en Mestalla, pues se quedaron en Madrid con el fin de superar sus dolencias musculares. Desea alinear a Higuaín en punta. Y espera que Cristiano se encuentre en condiciones. El goleador de la Liga no quiere perderse un partido.
El Real Madrid asume que el Valencia planteará un partido físico, trabado, para evitar un ridículo como el último 3-6. Su presidente, Llorente, ha dicho que aquella decepción no puede repetirse. Mourinho también exige que no se repita una derrota como la del Sporting después del Guadiana de encuentros con las selecciones.
La batalla de Mestalla puede marcar el futuro de ambos equipos. Mentalmente es muy importante para los dos. Una victoria madridista afianzará su sensación de que forman un mejor conjunto para plantar cara al Barcelona. Un triunfo local será la reafirmación del Valencia y rebajará ese aura que rodea al equipo de Mou.
