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Es un futbolista diferente. La presión no le arredra. Al revés. Los retos le motivan. Las provocaciones de los públicos le incitan a demostrar sus cualidades. Las entradas de los defensas le ayudan a ser todavía más decisivo. Cristiano se recupera de su dolencia de tobillo y desea jugar en El Molinón. Un campo donde hace un año sufrió la caza de Botía, que terminó expulsado. Un estadio donde Damián Suárez, el lateral uruguayo del Sporting, anuncia que frenará al portugués «como sea, incluso pegándole». Ronaldo no se asusta. El clásico comienza a jugarse en Gijón. Y la baja de Xabi Alonso exige el máximo rendimiento del resto de líderes del Real Madrid. El goleador de la Liga. con 16 dianas en trece jornadas, se pondrá las espinilleras para intentar vencer en una de las salidas más difíciles de la temporada. [En directo: Sporting-Real Madrid, 18.00h]
Mourinho ha probado cuatro centro del campo diferentes durante la semana en su deseo de sacar el balón bien jugado sin Alonso. No le convenció alinear un «triplete» formado por Khedira, Lass y Coentrao. En el último ensayo dio la batuta a Nuri Sahin, el relevo natural del guipuzcoano. «Está preparado», asegura su entrenador. «Hemos buscado fórmulas para saber jugar sin Xabi y no será el drama del día que no esté. Ni me justificaré después por su ausencia». Khedira ejerció como lugarteniente del centrocampista turco. Lass Diarra ocupó el lateral derecho ante la baja de Arbeloa. Y Benzema fue alineado como delantero titular por cuarto partido consecutivo.
Kaká recibió el alta y viajó a Asturias. «Saldrá en el segundo tiempo», concretó el técnico. Lamentó una baja sensible: Arbeloa. «Reaparecerá ante el Ajax». No era conveniente forzarle. Será protagonista ante el Barcelona el 10 de diciembre.
Iturralde deberá cortarlo
Las declaraciones de Damián Suárez han dado la razón a Florentino Pérez: «Allí os van a dar», decía el presidente madridista. Mourinho era conciso al valorar las manifestaciones del lateral suramericano en su anhelo de frenar a Cristiano de cualquier manera: «Que un defensa tenga que hacer faltas me parece normal. Es difícil que en noventa minutos haga un partido cien por cien limpio. Hay acumulación de faltas, hay amarillas, las rojas y los árbitros». Volvió a criticar al Atlético cuando se le cuestionó si el Sporting copiará la estrategia defensiva de Gregorio Manzano. «A mí me gusta la agresividad. El Atlético no fue agresivo, fue otra cosa». La guerra entre los clubes madrileños persiste, larvada.
Se augura un enfrentamiento intrépido, duro, y el preparador visitante se acoge a la mesura de su plantilla: «Los jugadores me están demostrando madurez, equilibrio y tranquilidad». Considera importante ganar al Sporting para recibir al Barcelona con la confianza que otorgan seis puntos de ventaja.