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Imagen de archivo de la infraestructura de regadío Genil-Cabra / Agrónoma
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Pedro Parias: «el regadío es la actividad más importante para asegurar el tejido socioeconómico del medio rural»

La importancia de un trato ambiental igualitario para las infraestructuras contra la sequía en Andalucía

17/02/2025 a las 07:00

Pedro Parias es el secretario general de Feragua, la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, donde lidera los servicios técnicos, formativos y de I+D, además de ejercer como portavoz habitual de la entidad. Con una amplia trayectoria en la gestión del agua para el regadío, Parias es un referente en el sector, trabajando activamente para defender los intereses de los regantes y promover soluciones sostenibles que garanticen el uso eficiente del recurso hídrico.

En esta ocasión, nos hablará sobre la importancia de un trato ambiental igualitario para las infraestructuras contra la sequía en Andalucía, abordando los desafíos que enfrentan los regantes ante la escasez de agua y la necesidad de políticas equitativas que permitan una gestión sostenible y eficiente del recurso en la región.

– Feragua plantea que las infraestructuras hidráulicas reciban un trato similar a los proyectos estratégicos como el hidrógeno verde y la energía solar. ¿Cuáles son los principales obstáculos administrativos que enfrentan actualmente estas infraestructuras y cómo afectaría su simplificación a los regantes andaluces?
El sector agroalimentario es el principal sector económico de la región y en particular el regadío es la actividad más importante para asegurar el tejido socioeconómico del medio rural, garantizando tanto la seguridad alimentaria como el asentamiento de la población en el medio rural de Andalucía, la cual es una región seca que necesita avanzar mucho en la garantía de la disponibilidad del recurso hídrico, para hacer frente a las periódicas sequías e inundaciones. Por ello, demandamos que se consideren estratégicos para la región todos los proyectos de obras hidráulicas que supongan mejorar la capacidad de generación de nuevos recursos como son las presas, las balsas, los trasvases y los recursos procedentes de las aguas regeneradas y desaladas.
En relación a la reducción de plazos, en algunos casos puede llegar hasta 8 meses si algunas obras con tramitación ambiental unificada (8 meses) solo se solicitara una declaración responsable (inicio inmediato) y simplificaría la tramitación de los documentos ambientales solicitados, ya que no es lo mismo un estudio de impacto ambiental que una memoria ambiental, ni en extensión, complejidad y por tanto recurso económico para el usuario.

– Uno de los puntos clave de su propuesta es la exclusión de los sedimentos de balsas y canales en las tramitación ambiental de su reutilización como mejorador del suelo. ¿Por qué consideran que La Ley de Residuos y Suelos contaminados es un error y qué impacto tendría su modificación en la gestión del agua para el sector agrícola?
Feragua insiste en que la Ley LEGAM permita exceptuar los sólidos de decantación de balsas y canales de riego de su ámbito de aplicación, ya que entendemos que dichos sólidos no son residuos, y por tanto no se debe de aplicar tramitación ambiental alguna en su reutilización como enmiendas mejoradoras del suelo. Los sedimentos de las balsas de riego no son más que los sólidos en suspensión naturales que circulan, diluidos en agua, por los ríos. De hecho, todo lo que es el terreno fértil de una vega son esos sedimentos que dejan los ríos cuando se inundan. En absoluto son lodos, sino fundamentalmente limo y arcilla que se reutilizan en la mejora de las tierras colindantes. De ahí que hayamos solicitado también, la interpretación de la ley 7/2022 sobre Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, de forma que los sedimentos de decantación de las infraestructuras de riego queden excluidos y no sean tratados como residuos.

– Desde Feragua sostienen que estas medidas ayudarían a equilibrar las prioridades ambientales con las necesidades de los agricultores. ¿Cómo creen que se puede lograr este equilibrio sin comprometer la sostenibilidad y la protección del medio ambiente?
No hay nada mejor para el medio ambiente andaluz que una agricultura generadora de riqueza y empleo, y fijadora de población en el medio rural. Un campo abandonado y sin actividad se convierte en el estercolero más cercano o en un foco generador de incendios, y en particular la actividad del regadío sostenible que produce alimentos sanos y de alta calidad, y que es favorecedora de la salud humana y respetuosa con la fauna y la flora , debe ser protegido y considerado sector estratégico para la sociedad. Andalucía tiene la oportunidad de modificar la percepción social del regadío, modificando los criterios administrativos y las normativas para avanzar en un modelo económico y social del regadío compatible con el medio ambiente. De hecho la esperanza de vida de los españoles con 84 años es la segunda en Europa, tras los suizos y la octava del mundo, luego el regadío andaluz – la huerta de Europa- como principal suministrador de alimentos no es ajeno a este hecho positivo, que pone en valor nuestra actividad de productores de alimentos.

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