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Plantación de melón / Agrónoma
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Adoración Blanque: «El melón está teniendo un comportamiento bastante bueno en cuanto a precio»

El aumento de la superficie de melón refleja la búsqueda de alternativas ante problemas fitosanitarios y el interés por cultivos más rentables, mientras que el sector enfrenta retos como los altos costes sociales y la escasez de mano de obra

03/02/2025 a las 07:00

Adoración Blanque Pérez es la presidenta de Asaja Almería, una organización líder en la defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos de la región. Blanque Pérez es una figura clave en el sector agroalimentario, con una sólida experiencia en la gestión y promoción de cultivos diversificados. Su labor está enfocada en apoyar a los productores en la adopción de prácticas sostenibles e innovadoras, especialmente en un contexto de cambio climático y retos económicos.

En esta ocasión, nos hablará sobre la plantación de distintos cultivos, poniendo especial atención en el melón y la sandía, dos productos fundamentales para la agricultura almeriense. Su intervención se centrará en las oportunidades, desafíos y buenas prácticas en la producción de estos cultivos, destacando su impacto en el mercado nacional e internacional.

– La superficie destinada al cultivo de melón ha aumentado entre un 20% y un 25% esta campaña. ¿Qué factores explican esta tendencia y qué medidas se están tomando para garantizar su sostenibilidad?
El aumento de superficie de melón está relacionado principalmente con dos factores clave. Por un lado, los problemas fitosanitarios que afectaron al cultivo de sandía en la campaña pasada, especialmente con la aparición de un virus que limitó su expansión. Esto ha llevado a que los agricultores mantengan la superficie de sandía en niveles similares a años anteriores, inclinándose en cambio hacia el melón como una alternativa más viable. Por otro lado, el levantamiento anticipado de cultivos de pimiento debido al virus parvispinus ha liberado terreno que, en lugar de destinarse a sandía, se ha ocupado con melón.

Además de estos factores, el melón ha mostrado un comportamiento positivo en cuanto a precios en las últimas campañas, ofreciendo estabilidad y mayor rentabilidad. Esto también ha incentivado a los agricultores a apostar por este cultivo. Las variedades seleccionadas, que responden mejor a las demandas del mercado, son otro elemento que ha contribuido a este crecimiento. En conjunto, estas dinámicas explican el aumento en la superficie destinada al melón en esta campaña.

– Aunque la superficie de sandía se ha mantenido estable, las plagas de la temporada pasada han limitado su expansión. ¿Qué estrategias se están implementando para prevenir problemas fitosanitarios?
Las plagas, agravadas por el cambio climático, representan un desafío significativo para los cultivos. Las temperaturas más altas favorecen la proliferación de plagas en todos los productos agrícolas, incluido el pimiento, tomate y sandía, y cada vez llegan nuevas plagas que antes no estaban presentes.

Ante estas dificultades, se están implementando diversas estrategias. La rotación de cultivos es una de las herramientas más efectivas, permitiendo alternar entre productos menos sensibles a las plagas específicas de cada zona. Por ejemplo, donde antes había pimientos afectados por un virus, ahora se plantan melones o tomates, que no comparten la misma vulnerabilidad.

Además, se está promoviendo la lucha integrada, que combina diferentes métodos para controlar plagas de manera sostenible. Sin embargo, esta tarea se complica por la reducción de productos fitosanitarios autorizados y la falta de alternativas compatibles con esta práctica. Por ello, la investigación y desarrollo de nuevos métodos de control es esencial, aunque el impacto de estas soluciones no se materializa de una campaña a otra. En paralelo, se está vigilando el equilibrio del mercado, evitando alteraciones drásticas en la superficie dedicada a cada cultivo.

– Ustedes mencionan que los costes sociales siguen siendo un desafío importante para los agricultores. ¿Qué propone Asaja Almería para abordar este problema y mejorar la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas en la región?
Los costes sociales representan cerca del 45% del gasto en la producción intensiva, siendo la mano de obra el principal componente. Esto se ve agravado no solo por el aumento del salario mínimo, sino también por los altos costes de las cotizaciones sociales. Desde Asaja Almería se plantean varias propuestas para aliviar esta presión.

Por un lado, se pide que no se incrementen las bases de cotización, o que se apliquen bonificaciones en los porcentajes de cotización para evitar que suban al mismo ritmo que los salarios. Esto permitiría a los agricultores afrontar el aumento salarial sin que ello repercuta negativamente en la sostenibilidad económica de las explotaciones.

Por otro lado, se demanda mayor flexibilidad en la contratación laboral. El modelo actual, que obliga a realizar contratos fijos o fijos discontinuos, encarece los despidos en un sector caracterizado por la estacionalidad. Los agricultores no siempre pueden mantener a los trabajadores fuera de las campañas por falta de actividad, lo que genera indemnizaciones elevadas. Este sistema no se ajusta a las necesidades específicas del sector agrícola, donde los picos de actividad dependen de factores como la temperatura o la rapidez de maduración de los cultivos.

Además, la escasez de mano de obra es otro reto. Aunque el sector emplea principalmente a trabajadores extranjeros, existe una alta movilidad hacia otros sectores, lo que dificulta mantener una fuerza laboral constante. Por ello, Asaja Almería destaca la necesidad de regularizar la disponibilidad de trabajadores en el campo para garantizar que las explotaciones puedan contar con personal suficiente en los momentos clave de las campañas.

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