
Crisis de Azucarera: El cierre deja en el aire más 2 millones de euros en ayudas para los remolacheros
La empresa abre la puerta a volver a molturar en 2027, aunque desde el sector no tienen esperanzas
Hay mucha gente que tiene maquinaria comprada, semillas, productos…Es un auténtico desastre». Así califica David Moreno, gerente del Grupo Remolachero de Sevilla, el abismo que se le abre al cultivo de remolacha azucarera por la decisión de AB Azucarera Iberia de no abrir la fábrica de Guadalete, en Jerez de la Frontera, para molturar en la campaña 2026.
A efectos prácticos, aunque tanto UGT como la compañía, tal y como dio a conocer el comité de empresa, consideran que el problema es «coyuntural» y abren la puerta a una campaña «normal» para 2027. Pero lo cierto es que, tal y como reconocen los agricultores, «quien se va del cultivo es muy difícil que vuelva».
Esta crisis de la remolacha azucarera no es más que la «crónica de una muerte anunciada» como lamenta Moreno, tras años con merma de superficie y pagos relativamente bajos de la industria al agricultor.
Sin embargo, «nadie esperaba que el fin del cultivo fuese a darse de un día para otro». La fábrica de Jerez es la única que moltura remolacha en Andalucía por lo que, a efectos prácticos, supone que el cultivo se queda sin futuro en el sur de la Península. «Nos encontramos ante un grave problema, pues se trata de una opción fundamental para la rotación», lamenta Moreno.
Hace apenas dos semanas, ya se comentaba en el sector que Azucarera planteaba unas 4.000 hectáreas para esta campaña, hasta llegar a 6.000 en el año siguiente. Por tanto, la noticia del cierre de la fábrica de cara a 2026 ha sido una noticia «imprevista» y simplemente empresarial. «El cultivo no ha dejado de ser rentable, de hecho, los precios internacionales del azúcar han subido ligeramente en las últimas semanas», comenta Moreno, que recuerda que la de Jerez era una planta estratégica para AB Azucarera Iberia hace tan solo unos años, como demostraron las frecuentes inversiones en modernización y ampliación de capacidad. Ahora mismo se está llevando a cabo refino de caña de azúcar de terceros países, con la factoría a medio gas.

Pérdidas económicas
No obstante, todo empezó a torcerse, con la compañía alegando pérdidas económicas, en mayo de este mismo año, cuando Azucarera presentó un anunció un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó 11 empleados de la fábrica de Jerez de la Frontera, la única planta de Andalucía, mientras que en todo el país llegó a 251 trabajadores.
Las organizaciones agrarias (Asaja, COAG, UPA y Grupo Remolachero), a través de un comunicado conjunto, han solicitado a la compañía que «rectifique», y que aproveche la «mano tendida» de la Junta de Andalucía para garantizar el futuro de la fábrica de Jerez y, por ende, del sector remolachero. Según ha podido conocer ABC, la Junta ha ofrecido colaboración a través de una aportación económica de 300 euros por hectárea para incentivar la siembra de remolacha contratada (alrededor de 1.300 milones). Públicamente, la Consejería indicaba que «están en disposición» de activar ayudas para los agricultores y garantizar la viabilidad del cultivo y el futuro del sector».
De otro lado, el cierre de Azucarera abre dos grandes incógnitas para el sector: qué pasará con las ayudas acopladas, que cuentan con un presupuesto intransferible para el cultivo (2,65 millones para 2025 en el caso de la remolacha de siembra otoñal, la que se produce en Andalucía, y 14,35 millones para la remolacha del norte de la Península). Desde el sector asumen que, si finalmente no se siembra aquí, ese dinero se «perderá» en Andalucía y pasarán a cobrarlo los remolacheros del norte. Además, en los próximos días tratarán con las administraciones qué sucederá con el compromiso de siembra durante cinco años (necesario para acceder al sistema de ayudas) si, finalmente, en 2026 no hay molturación.