La castaña pilonga, protagonista de la campaña en el Valle del Genal
La campaña de este año arranca con impresiones positivas, y desde el sector aprovechan para reivindicar un producto con multitud de beneficios nutricionales y fundamental para el paisaje
La castaña del Valle del Genal mira con optimismo la campaña de este año gracias a las lluvias de hace unos meses, que harán que mejoren tanto la producción como la calidad del fruto.
La variedad que más ha experimentado esta mejora, especificaban desde Asaja Málaga, es la pilonga, que supone el 90% de la producción total en el Valle del Genal, zona castañera por excelencia. Considerada la tercera mejor castaña del mundo, la Pilonga tiene un excelente sabor, gran tamaño, un color uniforme y fácil pelado, lo que la hace idónea para el consumo en fresco. De hecho, la castaña pilonga recibe este nombre porque justamente y según la etimología, pilonga significa fácil de pelar.
Con un alto contenido en nutrientes, y muy bajo en grasas, previenen enfermedades cardiovasculares, son aptas para intolerantes al gluten y poseen multitud de vitaminas y minerales que las hacen muy atractivas tanto para el consumidor final como para el canal Horeca.
Por otro lado, la castaña pilonga presenta una mejor resistencia a la avispilla que otras variedades, por lo que desactiva, en parte, una plaga que sigue siendo un factor de riesgo.
Su recolección ya ha comenzado, aunque antes se le adelantaron las variedades tempranas: Portuguesa, Bravía temprana, Rubia Temprana y Gallega, aunque son minoritarias en el volumen total de producción.
Superficie de 3.500 hectáreas
En total, la superficie cultivada en la zona alcanza las 3.500 hectáreas, con una producción media anual que oscila entre 3,5 y 4 millones de kilogramos. Para esta campaña, Asaja Málaga estima que la producción rondará los 3 millones de kilos, una cifra que, aunque ligeramente inferior a la media, representa un alivio respecto a campañas anteriores más complicadas.
«Es un cultivo tradicional que hay que seguir apoyando, puesto que no solo tiene un gran valor económico para la comarca, sino que también desempeña un papel fundamental en la conservación del paisaje», insisten desde el sector. Además de Málaga, otra provincia clave para el cultivo de la castaña es Huelva, que acumula casi 5.000 hectáreas de las 10.000 que hay en Andalucía.
Con un sabor dulce y gran calibre, desde la Plataforma Andaluza del Castañar, que atesora a los productores onubenses, esperan que la campaña de este año sea buena tras recibir los castaños agua durante todo el otoño y la primavera.
Por parte de COAG, se insiste en que el castañar adolece de problemas que necesitan implicación de las administraciones y, sobre todo, investigación e innovación. «Los problemas del castaño son comunes en toda Europa: cambio climático, enfermedades, falta de relevo generacional y escasez de mano de obra», aseguran.
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