«A mis 93 años, el trabajo me da vida»
José Silva «Pirula»_ Hostelero, Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo «Pepe Pirula» nació en Écija en 1915, y entró a trabajar como pinche de hostelería. Poco a poco empezó a servir en la barra y

José Silva «Pirula»_ Hostelero, Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo
«Pepe Pirula» nació en Écija en 1915, y entró a trabajar como pinche de hostelería. Poco a poco empezó a servir en la barra y desde los años cincuenta regenta sus propios negocios: primero el Bar Pasaje y algo más tarde «Casa Pirula», lugar emblemático de encuentro en Écija y al que sigue acudiendo diariamente. Es Hijo Predilecto de Écija desde el año 2005 y los vecinos le tienen gran afecto. Es una persona que se ha ganado un estatus de respeto y reconocimiento por parte de la sociedad en su conjunto, gracias a su generosidad y a su humildad. Con casi 93 años «Pepe Pirula» sigue acudiendo todos los días al bar, a su barra, para cortar jamón con un corte único e inigualable, del que él, más que una ciencia, ha hecho un arte. Su familia lo define como un hombre con gran sentido del humor, «un humor fino e inteligente y un hombre con mucho arte».
-¿Qué sintió cuando conoció la noticia de la concesión de esta medalla?
-Mucha alegría porque yo nunca esperaba esto...pero se ha presentado por gracias de Dios y por el tiempo que yo llevo trabajando. Me han dado esta medalla que yo la he recibido perfectamente. Es un medallón, una medalla de peso, por eso quiero darle las gracias a todo el mundo.
-¿Cómo han sido estos 93 años de trabajo?
-Empecé, por cosas de la vida, colocado por mi madre en el Hotel Comercio de Écija, allí estuve en la cocina, hacía los «mandaos» y de ahí fui rodando y rodando hasta que me incorporé a la cocina para ser ayudante de jefe, en aquel entonces el carbón era muy fuerte y me hacía daño en los pulmones y me cambiaron al mostrador y allí seguí. Después me fui a la guerra y, cuando volví, tenía mi sitio, Hubo una baja de camarero y entré yo. Desde allí pase al comedor fui aprendiendo hice de administrativo, hacía pedidos, intervenía con mis jefes y poco a poco mi jefe me iban dando cargos. Después cerró el negocio.
-¿Cómo empezó usted su propio negocio?
-Pues fue después precisamente cuando un amigo mío echó una firmita y puse mi propia tabernita y empecé a luchar por mi cuenta. Eran entonces los años 50, logré pagar, hice otro restaurante en la carretera, compré un terrenito y logre la ilusión que yo tenía: montar un hotel.
-Y por lo que vemos en su casa ¿sigue trabajando, verdad?
-Yo sigo trabajando, no como antes, pero sí sigo aquí en mi casa, le ayudo a mis hijos, corto las cositas para las bodas, me sirve de vida, me da vida.
-Después de tanto tiempo ¿no está cansado?
-Yo no estoy cansado, estoy en mi casa y como estoy en mi casa hago algo por aquí, por allí, si me quedo en el piso estorbo en todo lados. Están limpiando y me dicen quítate de aquí, ponte allí, y aquí estoy en el mostrador, veo a mis hijos que van muy bien y disfruto viéndoles. Porque no me gusta salir a la calle, ¿dónde voy a ir yo?
-¿Ha sido buen jefe?
-El mejor de España. He tenido muchísimos trabajadores conmigo desde que me establecí. He jubilado a 5 ó 6, he enseñado a una «jartá» y nunca he puesto a nadie en la calle. Le he dicho esto no es por ahí y le he ido enseñado, pero nunca le he puesto las orejas «colorás» a nadie....yo he sido cocinero antes que fraile y hemos enseñado a cocineros, en repostería, en helados....
-¿Cómo ve a la juventud de hoy frente a trabajos como el suyo?
-Los jóvenes de hoy es según se les enseñé. Yo tengo ahora unos jóvenes que están empezando y me dicen que quieren estar siempre aquí, además le damos alegría y no los molestamos. Le tenemos que enseñar muy bien porque los camareros son los representantes de España para los extranjeros y han de estar muy preparados.
G.N/M.Z
«Pepe Pirula», probablemente el hostelero más veterano de Sevilla, a la entrada de su restaurante
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete