El cardenal inaugura la capilla del hospital Nisa Aljarafe «levantado sobre buenos cimientos»
AMPARO BACA PÁEZCASTILLEJA DE LA CUESTA. Un año después de la inauguración del Hospital Nisa Aljarafe, en Castilleja de la Cuesta, el cardenal Carlos Amigo Vallejo acudió a sus instalaciones para

AMPARO BACA PÁEZ
CASTILLEJA DE LA CUESTA. Un año después de la inauguración del Hospital Nisa Aljarafe, en Castilleja de la Cuesta, el cardenal Carlos Amigo Vallejo acudió a sus instalaciones para oficiar la primera misa en la capilla del centro, que abre sus puertas en la planta baja y cuyo párroco será Jesús Díaz Ronquillo.
En el nuevo espacio de oración y recogimiento del hospital se dieron cita el director general de Nisa, Sixto Bayo; el director del hospital, Manuel Rodríguez; el secretario del colegio de Médicos, Miguel Librero; el educador Jorge Morillo y una gran representación de los especialistas que trabajan en el centro. Entre ellos se encontraban el doctor Martínez, de Medicina General; el doctor Librero, de Cirugía General; el doctor Rojas Marcos, de Medicina Preventiva; los doctores Miguélez y Rando, los responsables de urgencias de otorrinolaringología, la responsable de laboratorio, Carmen Tejedor, y el doctor Sánchez, especialista en Traumatología.
A la misa también acudió parte de la corporación municipal de Castilleja de la Cuesta, con Carmen Tovar, la alcaldesa, a la cabeza, así como numerosos feligreses.
Durante la misa, monseñor Amigo agradeció la «caridad intelectual» a todos los que están empleando el conocimiento para servir a los demás y alabó la forma en la que se ha construido el hospital. «Las piedras seguras siempre son las personas. Este hospital es espléndido, pionero en tecnologías, pero lo más grande son los trabajadores. Los instrumentos son admirables y de gran valor, pero las manos que los cogen son de mucho más», añade. Así, indicó que «un médico no sólo es un técnico, sino alguien que comparte sus conocimientos por el bien de los demás. Eso es la caridad profesional». También hizo alusión a la «caridad política, la de aquellos responsables que trabajan por el bien común para servir mejor a los demás». Por último, hizo alusión a la capilla como «el Hospital de las Misericordias de Dios en el que la enfermera es la Santísima Virgen María, la Esperanza, para aquellos enfermos incurables, que sienten un vacío de todo, para las personas a las que se les han roto todos los horizontes, enfermos no terminales, sino terminados». Por ello, dio la enhorabuena a Nisa «por hacer una comunidad donde cada uno ofrece a los demás todo lo que del Señor ha recibido».
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