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La mayoría de discotecas de Sevilla colocará el cartel de prohibido fumar a partir de hoy

Hoy, 1 de septiembre, expira el plazo dado por el Gobierno central para que los restaurantes, bares, cafeterías y salas de fiestas de más de cien metros cuadrados habiliten una zona para fumadores

Hoy, 1 de septiembre, expira el plazo dado por el Gobierno central para que los restaurantes, bares, cafeterías y salas de fiestas de más de cien metros cuadrados habiliten una zona para fumadores, nunca superior al 30% del aforo total y separado de techo a suelo de la zona de no fumadores. La asociación que engloba a más de 70 discotecas y salas de fiestas de la provincia ha anunciado que la mayoría de sus asociados prohibirá fumar a partir de hoy. La falta de tiempo y las elevadas inversiones necesarias son las dos razones esgrimidas por los empresarios para tomar tan drástica decisión. Muchos aseguran que no han tenido tiempo para reformar sus locales con el fin de cumplir el decreto que el 25 de julio pasado aprobó la Junta de Andalucía para adaptar la Ley antitabaco a la comunidad autónoma. Otros subrayan las dificultades técnicas para dividir las discotecas, así como las cuantiosas inversiones que tendrían que hacer y la posibilidad de que dentro de varios años se prohíba fumar en todos los lugares públicos.

La Consejería de Salud ha denegado la moratoria de seis meses que solicitaron los hosteleros para adaptarse a la Ley, según los empresarios, que ya temían de antemano la respuesta de la Junta. El Gobierno andaluz se ampara en que la Ley estatal no contempla moratorias y que no tiene capacidad para decidirla. Sin embargo, los propietarios de discotecas niegan la mayor y recuerdan que la Junta no sólo ha adaptado la Ley estatal, sino que ha ampliado las limitaciones de la misma al establecer restricciones que no han impuesto otras comunidades autónomas de color político diferente. «En Castilla-La Mancha parece que permitirán una moratoria de tres meses y el Gobierno valenciano aceptará las cortinas de aire para separar la zona de fumadores. Aquí, sin embargo, nos exigen separación de techo a suelo», declaró a ABC Alfonso Maceda, presidente de la Asociación de Salas de Fiestas de Sevilla, para quien la nueva normativa es una «Ley de paños calientes».

A la espera de que a principios de octubre acabe la temporada de terrazas de verano, sólo algunos locales han decidido hacer zonas de fumadores y en ellos se trabaja a destajo. A la mayoría, la Ley les ha cogido con el pie cambiado y los deberes sin hacer.

Abril

La discoteca Abril se inauguró en el Hotel Meliá Lebreros en noviembre de 2005, poco meses antes de que entrara en vigor la Ley antitabaco. Antonio Hoyos, uno de sus propietarios, indicó que «a partir del 1 de septiembre prohibiremos fumar, aunque la verdad es que estamos confusos respecto a la Ley. En principio hemos decidido no permitir fumar en el local porque tiene 700 metros cuadrados y cualquier obra para adaptarnos a la Ley es complicada, por no decir imposible. Si no, ¿cómo esquivas las salidas de emergencia si estás obligado a hacer una zona para fumadores? ¿qué hago si dedico el 30% del local a fumadores y el 80% de la clientela quiere fumar? ¿cómo restrinjo la entrada a la zona de fumadores en ese caso? ¿metes sala de baile o barra en la zona de fumadores? Todo es demasiado complicado».

Hoyos es de los que están convencidos de que finalmente se prohibirá fumar en todos los lugares públicos y se lamenta de «que la Ley antitabaco está tan mal hecha que no hay por dónde cogerla. Mejor hubiera sido prohibir fumar en todos los sitios».

Otro aspecto que destaca el dueño de Abril es que hay bares situados en zonas saturadas de ruidos a los que la Ley no permite otorgarles ninguna licencia para cambiar el local ni ampliarlo, al tiempo que recordó que muchos propietarios de discotecas son arrendatarios y tendrán que tener permiso del dueño del local para hacer las obras, con el consiguiente peligro que ello conlleve un subida del alquiler.

Hoyos ha decidido también que no se pueda fumar en la discoteca Bávara, situada en Sevilla Este.

Louisiana

José Tena, uno de los propietarios de la discoteca y cafetería Louisiana, situada en la calle Blanco White, cerca de la avenida de la Buhaira, informó que el local abrirá el próximo 4 de septiembre tras las vacaciones y lo hará prohibiendo fumar. «Tenemos -dice- 270 metros cuadrados y las obras para adaptarnos a la Ley podrían ascender a 18.000 euros. No parece lógico gastar ese dinero si dentro de un año prohíben fumar en todos los lugares públicos. Además, nos resulta difícil adaptar el local a la Ley, ya que tendríamos que comunicar las barras de las zonas de fumadores y no fumadores, pero el humo pasaría a través de ella».

En su opinión, «lo más fácil habría sido permitir que los bares de más de cien metros cuadrados pudieran optar por elegir entre permitir fumar o prohibirlo. Lo que no entiendo es por qué se ha dado ese privilegio a los que tienen menos de cien metros cuadrados».

Tena declaró que también prohibirán fumar en el bar de copas-cafetería Petrarca, de 230 metros cuadrados, que explotan en la zona de la Buhaira.

Orange

Con 500 metros de local, la discoteca Orange, situada en el antiguo Hipódromo, está también metida en plena vorágine de obras para adaptarse a la Ley antitabaco. Sergio Sánchez, uno de sus propietarios, comentó a ABC que durante el día prohibirán fumar en la cafetería, de unos 150 metros cuadrados, para evitar habilitar una zona de fumadores. «Por la noche, la zona de cafetería se convertirá en sala de fumadores de la discoteca, para lo cual cuenta con sistema de ventilación y extracción de humos independiente. La separación en la zona de discoteca se realizará mediante una mampara de cristal. En la adaptación a la Ley gastaremos 30.000 euros y otros 90.000 euros en renovar la discoteca», explicó Sergio. Tras las obras, la cafetería abrirá al público la segunda semana de septiembre y la discoteca lo hará la última semana de este mes. «Nos ha cogido el toro», reconoció este socio, quien lamenta que la Junta no haya concedido una moratoria de seis meses.

Capitolio

Situado en en el edificio Corona Center, de Bormujos, Capitolio se ha convertido en un referente de la noche del Aljarafe tras su inauguración en noviembre de 2005. Ahora, en el local se trabaja a contrareloj para adaptarse a la normativa, aunque buscando una solución imaginativa en su local de 130 metros cuadrados: reducir la zona de atención al público a 99 metros y dejar 31 metros de barra, de modo que podrá permitir fumar. «Abriremos el 4 de septiembre y permitiremos fumar porque tendremos menos de cien metros cuadrados», manifestó Daniel Moreno, uno de los socios de la discoteca, que ha invertido 14.000 euros en estas obras de adaptación.

Caramelo

Óscar Carracedo, uno de los propietarios de la famosa discoteca situada en la avenida de San Francisco Javier, que cuenta con una terraza al aire libre, declaró a ABC, que la solución en su caso pasará por destinar unos 24.000 euros para acotar una zona de 25 metros cuadrados con una pared de cristal. «El único problema es que después de hacer una inversión tan grande se termine prohibiendo fumar en todos los lugares públicos. ¿Quiénnos compensará económicamente por los gastos en los que hemos incurrido?», declaró Óscar.

Voulezbar

Francisco Rosell, dueño de la discoteca Voulezbar, en Viapol, ha tomado también una drástica decisión: no permitirá fumar en sus locales a partir del 1 de septiembre. «Y lo haré -matiza- a pesar de que podría dedicar la planta baja a no fumadores y la alta a fumadores porque tienen entradas y sistemas de ventilación independientes». Destaca este empresario que sus dos locales tienen sistemas que permiten renovar cada 28 segundos 44.000 metros cúbicos de aire por planta. «En mis locales -dice- jamás ha habido quejas por el humo y la ropa no huele a tabaco».

A su juicio, «es absurdo separar a la gente que baila de la que no baila porque al final esto parecerá un gallinero. Lo que habría que hacer a lo mejor es poner una valla a los políticos para separarlos de los que no lo son. El problema es que aquí terminaremos haciendo lo que hace EE.UU, pero diez años más tarde. Es decir, terminarán prohibiendo fumar en todos los lugares públicos». Tras su última visita a Italia, Francisco Rosell asegura además que la Ley antitabaco no se cumple en las discotecas del país vecino. Aquí también será difícil porque los empresarios no tenemos medios para controlar ni la Administración tampoco. ¡Habrá que ir acostumbrándose a no fumar!».

Premium y Sitio

Diego Velarde, propietario de las discotecas Premium -situada en la Avenida de Hytasa- y Sitio -ubicada en la calle Giménez Aranda-, anunció que también prohibirá fumar en sus locales «porque es costoso e ilógico habilitar una zona pequeña para los fumadores. No nos planteamos hacer la obra, aunque es verdad que tememos la competencia de los locales de menos de cien metros cuadrados que permitirán fumar». Se lamenta Velarde de las dificultades técnicas para adaptar ciertos locales como los suyos a la nueva Ley. «Las discotecas están insonorizadas y los techos son altos. La Junta me obliga a separar la zona de fumadores de pared a techo. Además, la obra podría costarme más de 70.000 euros y me obligaría a cerrar el local, con el consiguiente riesgo de pérdida de negocio y clientela. Hacer eso sería inviable y ruinoso, además de correr riesgo de perder la insonorización del local por los sistemas independientes de extracción de humos que se exigen para las zonas de fumadores».

Budha del Mar

La discoteca ubicada en la antigua Plaza de Armas, propiedad del empresario Cris Lozano, ya tiene habilitadas una zona para fumadores y otra para no fumadores, sin olvidar que cuenta con terraza al aire libre.

Novara

Situada en la calle José María Moreno Galván, bajo el puente de San Bernardo, la discoteca Novara prohibirá fumar también a partir de hoy, según su propietario, Alfonso Maceda, presidente de la Asociación de Salas de Fiestas de Sevilla.«La propia Consejería de Salud nos ha anunciado ya que la tendencia en el futuro será prohibir fumar en todos los espacios públicos. Entonces, ¿para qué vamos a invertir en obras que después tendremos que tirar?», se pregunta Maceda.

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