Pintadas en el templete del Monte Gurugú, restaurado hace dos meses
GLORIA GAMITOSEVILLA. El letrero con el presupuesto de la restauración aún está colocado en el Parque de María Luisa: 382.709,45 euros. Desde los paseos, el Monte Gurugú con su templete del 29
El letrero con el presupuesto de la restauración aún está colocado en el Parque de María Luisa: 382.709,45 euros. Desde los paseos, el Monte Gurugú con su templete del 29 recuperado aparece esplendoroso, aunque la cascada ayer estaba seca. Está precioso el túnel bajo el monte, por donde en la Expo del 29 pasaba el tren... Pero cuando se suben las escaleras se aprecian los desaguisados.
Algo más de dos meses han pasado desde que el alcalde visitó el 27 de julio el parque para ver la culminación de los trabajos, pero ya los vándalos han dejado su huella. Las barandas están pintadas con frases, algunas obscenas. También están pintados los recubrimientos de la parte central del templete y los asientos que lo rodean para que los visitantes descansen en la cima. Lo más increíble es que los gamberros han escalado y, como si fueran trapecistas, han llegado a pintar la cúpula del templete. Personal de Parques y Jardines comentaba ayer que las pintadas se han realizado hace sólo unos días, que la semana pasada no estaban.
Estos destrozos, y los numerosos que aparecen en todo el recinto, demuestran la falta de vigilancia que padece este parque histórico. Comenta Luis Guerra, presidente de la Asociación Cultural de Jardineros del Ayuntamiento de Sevilla «El Pinsapo», que Parques y Jardines les asegura que hay una pareja con un vehículo que vigila el parque desde las ocho de la tarde a las ocho de la mañana. El problema es que son invisibles «porque nadie los ve». También se constata que es insuficiente porque no pudieron evitar en septiembre el robo de máquinas de las caracolas de Parques y Jardines que tuvieron que llevárselas en un camión.
La falta de vigilancia, a juicio de la Asociación de Jardineros del Ayuntamiento, da una imagen mala del parque por los continuos robos a los turistas y el deterioro de fuentes, monumentos, glorietas, farolas, bancos, macetones y plantas. La ausencia de vigilantes también coopera para que los perros vayan sueltos y se bañen en los estanques y fuentes, y como las puertas están abiertas y sin vigilancia que circulen libremente coches y motos no autorizados. La falta de seguridad facilita que se celebren partidos de fútbol y hasta de rugby en las praderas, con los consiguientes destrozos.
Los más afectados son los monumentos y glorietas que sufren los actos vandálicos. Ya están destrozadas muchas de las arregladas con los 250 millones de las antiguas pesetas en el anterior mandato. Así en la Plaza de América, junto al Pabellón Real, sufren destrozos la Glorieta de Rodríguez Marín. ya le faltan remates y también se han llevado los surtidores de la fuente. Se pregunta la asociación si no sería más rentable destinar Policías Locales a la custodia de los parques que tener que reponer lo que se destruye, que en la mayoría de los casos es imposible por su valor histórico.
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