Detienen a uno de los tres atracadores de la relojeía El Cronómetro de Sierpes

Agentes de la Policía Local de Sevilla, uno de ellos una policía en prácticas, detuvieron hoy a uno de los tres individuos que perpetraron un robo a mano armada en la relojea El Cronómetro de la calle Sierpes, en pleno centro de la capital hispalense, y lograron recuperar parte de las joyas robadas, un botín cuyo valor aún no se ha cuantificado.  Este es el tercer atraco que sufre la relojería en lo que va de año, habiéndose producido los dos anteriores en el pasado mes de mayo. El propietario del establecimiento prefirió no hacer declaraciones al respecto, al igual que los empleados del mismo.  Según dijo a los periodistas el jefe de la Policía Local, Rafael Alarcón, el detenido, presuntamente de nacionalidad rumana, perpetró el atraco junto a otros dos hombres, que lograron huir de los agentes huyendo a pie por las calles del centro de la ciudad. En el atraco se utilizaron pistolas aunque no se ha determinado aún si se trata de armas reales.  Alarcón explicó que los agentes, un miembro de la Unidad de Medio Ambiente y una agente en prácticas, se encontraban «prestando servicio» en la zona centro de la capital cuando un ciudadano les alertó de que se estaba produciendo el atraco en la joyería Sanchís.

Los policías persiguieron a los atracadores, adelantándose le agente en prácticas, quien logró dar alcance y reducir al detenido con la ayuda de su compañero, que llegó de inmediato, según el relato de Alarcón. La mujer, que en el mes de febrero se incorporará al servicio activo dentro de la Policía Local hispalense, presenta algunas contusiones dado que el detenido opuso resistencia.   El individuo ha sido trasladado a las dependencias de la inspección de Guardia de la comisaría de la Policía Local para su identificación y toma de declaración.  En este caso, según el relato de diversos testigos recogido por Localia Televisión, la colaboración de la población fue crucial para la detención. Así, un ciudadano entró en el bar en el que estaba desayunando la pareja de agentes, cerca de la relojería, alertándoles del atraco.  Los dos policías se presentaron en el establecimiento entablándose un forcejeo en el que los tres atracadores lograron zafarse, huyendo en distintas direcciones.  Así, uno de los individuos se dirigió hacia la Alameda por la calle Orfila, otro enfiló la calle Pedro Caravaca hacia la Magdalena y un tercero la calle Aljofaifo hacia Cuna, siendo este último detenido.  El propietario de un comercio cercano trató de detener a uno de los atracadores sin lograrlo, mientras que otros ciudadanos también colaboraron con la Policía interponiéndose en el camino del individuo al que perseguía la pareja de agentes y situando obstáculos en su camino como una escalera que tiraron los obreros de un edificio en construcción.   Los atracadores habían entrado en el establecimiento armados con pistolas, cuchillos y martillos con los que poder romper urnas y escaparates. Al detenido, de cabellos muy rubios, se le intervino una pistola, un martillo, así como parte de las joyas robadas.