En libertad tras cumplir la condena el menor que agredió a un vigilante jurado en el derbi Sevilla-Betis

El menor de 17 años que fue detenido por la agresión con una muleta a un vigilante de seguridad durante el derbi Sevilla-Betis del pasado 6 de octubre del 2002, ha quedado en libertad tras haber cumplido los siete meses de internamiento en un centro de Almería que le impuso el juzgado de Menores de Sevilla. 

El abogado defensor del menor, Mariano de Alba, confirmó a Europa

Press que el joven quedó en libertad el pasado viernes, tras cumplir

la condena, si bien ahora estará en situación de libertad vigilada

que prevé la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, con lo que se

realizará un seguimiento respecto a su reinserción. 

Mariano de Alba mostró su satisfacción por la evolución "positiva

y la rehabilitación" que ha experimentado el joven durante este

tiempo, en el que incluso ha estado estudiando para obtener el

graduado escolar. 

En su opinión, lo que ocurrió el día del derbi fue una "ofuscación

o un arrebato" del menor que, según recordó, no fue quien inició la

pelea, y destacó que está "muy arrepentido" por lo ocurrido, tal y

como manifestó en enero pasado en el juicio, donde reconoció su

autoría y aceptó la condena por la brutal agresión al vigilante

Antonio Orrego. 

El joven fue condenado por delitos de lesiones y desórdenes públicos y la Fiscalía, que incialmente pedía 22 meses de internamiento en centro cerrado, modificó sus conclusiones provisionales en atención precisamente al buen comportamiento del menor durante el tiempo que llevaba internado desde que se produjeron los incidentes. 

De la misma forma, se tuvo en cuenta en aquel momento la función

resocializadora y rehabilitadora que inspira la ley de Responsabilidad Penal del Menor, dado que en la jurisdicción de Menores no se aprecian circunstancias atenuantes a la conducta de los enjuiciados. 

El joven reconoció expresamente los hechos en el acto del juicio y

evitó la celebración de la vista oral, en la que estaba previsto

emitir como prueba el vídeo en el que aparece agrediendo con una

muleta al vigilante de seguridad Antonio Orrego, quien sufrió

fractura del tabique nasal como consecuencia de los golpes recibidos. 

Este fue el primer juicio derivado de los graves incidentes producidos durante el derbi Sevilla-Betis de octubre pasado, en los que la Policía Nacional detuvo a un total de ocho jóvenes, de los cuales todos se encontraban en libertad salvo este menor. 

También fue detenido en relación con la agresión el joven que introdujo la muleta en el campo, al objeto de simular una minusvalía para conseguir una entrada más barata, pero que no participó en la paliza, lo que determinó su puesta en libertad. 

Durante los altercados del derbi no sólo se detuvo a personas

relacionadas con la agresión al vigilante, ya que algunos lo fueron

por intentar agredir al portero bético Toni Prats, tras invadir el

campo, y otro por llevar una pancarta en la que se incitaba a la

violencia. 

En el ámbito deportivo, el club sevillista fue sancionado por el Comité Español de Disciplina Deportiva con el cierre del estadio Sánchez Pizjuán por cuatro partidos.

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