Los mineros abandonan el encierro en la Catedral de Sevilla "por respeto" a la tradición de Semana Santa

23/03/2002 a las 13:32h.

SEVILLA. Los cuatrocientos mineros de Boliden abandonaron este mediodía el encierro que desde el pasado día 13 mantenían en la Catedral de Sevilla "por respeto a los ciudadanos y a las tradiciones", según explicó el portavoz de los trabajadores, Guillermo Macías.

Los mineros, que llevan tres meses sin cobrar y que demandan, entre otras cosas, un plan de prejubilaciones para la mayoría de ellos, aseguraron que su decisión no se debe a presión alguna sino a su propia reflexión, ya que las más de cincuenta cofradías que desfilan en la Semana Santa sevillana pasan por el interior de la Catedral en su recorrido oficial, que podría verse alterado.

Macías, que señaló que ni los mineros ni sus familias van a tener Semana Santa, anunció que tras tomarse la jornada de mañana como descanso, los cuatrocientos mineros afectados volverán a reunirse en asamblea permanente en la Mina de Aznalcóllar (Sevilla) para acordar un calendario de movilizaciones, que auguró "duras y contundentes" si el Gobierno central y la Junta no atienden sus demandas.

El portavoz de los mineros aseguró en conferencia de prensa todavía en el interior de la Catedral que "nos vamos con la cabezamuy alta y no nos vamos derrotados" y advirtió a las Administraciones públicas que "se tomen en serio" el problema" porque supone "un polvorín encendido".

Macías, que calificó de "agónica" la situación de los trabajadores de la mina que en abril de 1998 provocó el vertido tóxico al río Guadiamar que trajo en jaque al Parque Nacional de Doñana, recordó que el encierro en la Catedral se ha debido al "bloqueo" por parte del Gobierno central de un plan de prejubilaciones para los mineros.

Macías insistió en que las Administraciones deben ser conscientes de que la situación de los mineros es "límite", en lo que coincidió con otro representante de los trabajadores, Agapito Ramírez, quien advirtió que "estamos dispuestos a todo", por lo que abogó para que el Gobierno central dote de financiación las 306 prejubilaciones y la Junta trate de recolocar a los restantes mineros en las empresas que se instalen en el polígono industrial de Aznalcóllar.

El portavoz de los mineros, que agradeció los apoyos recibidos durante la protesta, especialmente por parte del arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, de quien dijo haber recibido "un trato excelente" y que ha comprendido el problema de los trabajadores, expresó su indignación por que el Gobierno de "un país que preside la UE" provoque situaciones como ésta.