Los fantasmas de la crisis de deuda soberana resucitaron con fuerza el día de Todos los Santos para acorralar sin remedio a Irlanda, uno de los países más tocados en le periferia europea.
EFE
Sucursal del Banco de Irlanda en Londres
Más allá de la economía real, el mundo financiero está castigando sin piedad a un país que se esfuerza por atajar sus desequilibrios fiscales con disciplina, pero que ha caído en las redes de la especulación. ¿Hasta qué punto se puede repetir la tragedia griega con Irlanda?
La liebre la levantó el pasado lunes el economista irlandés Colm McArthy al apuntar la posibilidad de que el FMI acuda al rescate en caso que Irlanda no logre implementar a principios de diciembre nuevos recortes de gasto para equilibrar su presupuesto. Recogiendo el guante, el gobierno irlandés anunció ayer mismo un ajuste de 6.000 millones de euros para 2011, dentro de un plan de 15.000 millones de euros para poner en orden las finanzas públicas del país en los próximos cuatro años.
El origen de los problemas de Grecia e Irlanda es distinto
En opinión de Gregorio Izquierdo, el caso de Grecia y el de Irlanda no son comparables, primero porque el origen de los problemas es distinto. Así, mientras que el país heleno tuvo que lidiar con una mala gestión económica y una comunicación inexacta de datos, en Irlanda hubo un problema bancario grave, pero que una vez solucionado no debería pesar en el futuro.







