Qué poco imaginaba la guapísimaIrina Shaykel juego que iba a dar la sesión de fotos que protagonizo para la revista «GQ» hace unos meses. De aquellas jornadas salió un espectacular reportaje en la citada publicación que levantó un temporal de titulares a raíz del desnudo de la novia de Cristiano Ronaldo.
Según dijo Irina, ella no había querido salir tan desnuda, que es una manera fina de decir que se agarró un enfado de los que hacen historia cuando se vio de esa guisa en la revista. Pero claro, luego estaba la otra versión, la que me explicó en su día el director, Javier Fernández Angulo, asegurando que todo fue como se vio, que Irina era plenamente consciente de lo que estaba haciendo hasta el punto que no tuvo ningún reparo en despojarse de la ropa y quedarse con un tanga skin para las fotos más subiditas, momento que también vivió en directo el resto del equipo.
Con tantos testigos como había en esa producción estaba claro que las quejas de Irina iban a caer en saco roto y las fotos en las paredes de muchos cuartos para alegrar la vista a los que por allí pasen. Pero hay más. No contento con explicar hasta en su blog cómo Irina posó y disfrutó de la fotos como la que más, este mes la revista publica nuevas imágenes de la impresionante modelo y, ahora sí, lo hace con un montaje donde coloca al lado, también desnudo, al propio Fernández Angulo para poner la suficiente dosis de humor a un asunto que nunca se entendió (las quejas) salvo que se hiciera con el fin de que el jugador del Real Madrid no se enfadara tras ver cómo todo el mundo puede ver el desnudo de su chica. Como coartada vale, pero como otra cosa no cuela y menos después de ver las posturas y cambios de escenario que Irina realizó para ese desplegable. Como se suele decir, lo dio todo.
