Mourinho ha visto la luz, aunque ya había observado destellos antes. La derrota ante el Sporting le ha dejado ver el horizonte, aunque este tenga nubarrones de suciedad perdedora. En San Mamés (18.00 horas, GolT y C+L) rotará, y dará descanso a jugadores que cree imprescindibles, como Benzema, al que no ha llevado para no arriesgar. El francés ha padecido una rotura de fibras, lesión traicionera donde las haya, por lo que se ha quedado en Madrid. Es la única concesión que Mou ha hecho al servicio médico, servicio con el que, según dicen, tuvo una tramontana tras el partido ante el Sporting. Ya se sabe, las derrotas traen más tormentas que soles.
Sí irán Adebayor e Higuaín, con opciones para el segundo porque parece ser que Mou quiere darle minutos a toda máquina. En realidad, tiene causa: si miramos las matemáticas, el Pipita tiene unas cifras similares a Benzema, a pesar de que ha estado lesionado cuatro meses. Y eso que Karim tiene unos números que le avalan. Más de medio gol por partido, medio gol al que también llega Higuaín. Adebayor está más retrasado, 0,35 goles por encuentro, pero sus tantos han sido de mucha calidad, salvando eliminatorias en todos los torneos.
Los tres aportan cosas diferentes y lo malo para el Madrid es que no hay ningún delantero que aúne las virtudes que tienen los tres atacantes. A saber, Higuaín es competitivo, ve puerta, es rápido, muy vivo y felino en los últimos once metros y, sobre todo, y es lo que más le gusta a Mourinho, es el que más presiona a los defensas rivales, imposibilitando una buena salida desde atrás. Por eso le quiere dar minutos, porque para el juego del Barcelona es el más adecuado, para apretar las tuercas a Piqué y Busquets en la salida del balón.
Benzema es otra cosa, tiene más técnica y talento, se abre bien a las bandas y es muy combinativo con sus compañeros. Toca bien de primera y se va, se asocia con Ozil, Di María y Cristiano y está en estado de gracia. Un tipo muy aprovechable ahora que ha despertado, aunque presiona menos que el argentino. Adebayor es distinto a los otros dos: es el mejor técnicamente y, sobre todo, juega como nadie de espaldas a puerta, por lo que da tiempo a la llegada de la segunda línea. Además, va bien por arriba y en el contragolpe es letal por su zancada mortal.
Descansos a dedo
Mou ha dejado en Madrid a Benzema, aunque ayer se entrenó con el equipo, y a Khedira, a este último por gripe, por lo que Lass ocupará su lugar. También descansará Carvalho, que dejará su puesto a Albiol, sobre todo para controlar la altura de Llorente. Cristiano y Marcelo viajan, pero no parece que vayan a salir en un juego de rotaciones que mira a Wembley, meta última de todo el proyecto. Granero podría entrar en acción y Arbeloa también, uno en la media punta y el otro en lugar de Marcelo.
Mourinho no salió ayer a la palestra pues parece que ya se guarda para los acontecimientos dignos de su persona, como la Champions. Para el partido de Bilbao salió Aitor Karanka, que llamó a la prudencia aunque soltó una perla «mourinhana»: «A los jugadores del Madrid se les sanciona sin buscar tarjeta, algo que no sucede con otros equipos».
En el Madrid ha sentado peor que mal dos asuntos relacionados con el eterno rival: uno, que Valdés soltase como gracia sin gracia (que la tiene en el trasero) aquello de «¿pero los triunfos del Madrid fueron en blanco y negro o en color?» en el programa de Buenafuente, y otro la campaña de promoción que ha hecho el Barcelona con cinco internacionales enseñando la manita. Ambos hechos dejan muy en entredicho todo eso de lo que suele hablar Guardiola de respeto al contrario y demás. Por eso dijo ayer aquello de que «mis jugadores no son así. De este asunto hablen con la agencia que ha hecho la campaña, pero eso no es el club». No es el club, pero sumen Rosell, Valdés más agencia (que no lo sepa el club suena a risa) y tendrán un vestuario blanco saliendo al campo con cuchillos afilados y dientes mordedores. Todo malo para el Barça. Los hay torpes, sobre todo en los despachos, y gastan corbatas, y algunas tacones…







