En Vídeo
En imágenes
Noticias relacionadas
Enlaces
Produce filias y fobias allá por donde pasa. Provoca amores ciegos y odios perversos allí donde entrena, sea en el Chelsea, el Inter o el Real Madrid. La Premier y el Calcio ya conocieron sus críticas al calendario. En España denunció los horarios y fechas beneficiosos para el Barcelona y sus jugadores le dieron la razón. Mourinho no es indiferente a nadie. Ahora se le acusa con todos los calificativos existentes en el diccionario por el dedo que colocó en el ojo de Tito Vilanova. Su hombre de confianza, Eladio Paramés, afirma que «no tiene que arrepentirse de nada». Argumenta que su acción sobre el ayudante de Guardiola fue una reacción caliente a las provocaciones realizadas desde el banquillo del Barcelona. El confidente del portugués explica que Pep hizo feos gestos y que Vilanova se dirigió a Mourinho con una frase ya famosa: «Sois una banda de hijos de puta». Por ello, el luso no se siente «el único culpable» de los sucesos vividos en la Supercopa.
«No tiene que pedir perdón, defendió los intereses del club», advierte su portavoz. El entrenador madridista tenía asumido que le iban a colocar en la diana de todos los males. Y sabía que no se criticarían las acciones de los profesionales del Barcelona, desde Vilanova a Guardiola, pasando por Messi. «El barcelonismo crea un entorno intocable, protegido. Pero cuando el rival actúa con malos modos hay que decirlo. Él no se va a callar».
Mientras algunas encuestas desvelan que Mourinho debería pedir perdón (70 por ciento), Paramés recuerda que el técnico produce un nivel de aceptación cercano al 92 por ciento entre el madridismo.
Un Real Madrid superior
Contrariamente a lo que se aduce desde la prensa catalana, el conjunto blanco no provocó «el jaleo» porque la Supercopa estuviera perdida. «Al revés. Aún no estaba perdida —manifiestan fuentes de la entidad—. Los sucesos impidieron que el Real Madrid pudiera buscar el empate a tres goles en el descuento».
Desde Barcelona se reabren heridas y se intenta acusar a Mourinho de un posible pisotón a Cesc: «Se buscan tres pies al gato, pero lo que no se pregunta a Vilanova es si insultó a Mourinho».
El Real Madrid quiere rebajar la tensión. «Hay que volver a hablar de fútbol». Lamenta que los incidentes dejaran en segundo plano una realidad: «La superioridad de nuestro equipo frente al Barcelona». La genialidad de Messi impidió el éxito. El club anhela que su entrenador se desmarque de la polémica y continúe una labor que ya ha dado resultados con el rendimiento demostrado por el equipo en la Supercopa. La incorporación de Sahin debe mejorar el producto.
