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Es verdad. Los equipos de José Mourinho alcanzan su mejor rendimiento en los segundos años. Los futbolistas se conocen mucho mejor y tienen asimilados los conceptos del portugués. Ahora juegan casi sin mirarse. Como el Barcelona del último lustro. No sabemos si el Real Madrid conseguirá títulos, pero ya ha brindado el mejor fútbol de los últimos tiempos. El equipo blanco no ofrecía una calidad tan constante y espectacular desde la mejor etapa de la «Quinta del Buitre» (1984-1990). El entrenador, tan criticado hace unos meses por su primacía defensiva, ha conseguido que el equipo despliegue un balompié preciosista, tanto al ataque como al contragolpe, después de un comienzo de curso repleto de incógnitas, sembradas por la derrota ante el Levante (1-0) y el empate de Santander (0-0). Ahora, la planificación física de Rui Faria ha situado a la plantilla en el primer momento culminante de forma de la temporada. Hay hombres que han sido decisivos en esta proyección: Sergio Ramos, Marcelo, Xabi Alonso, Di María, Kaká, Benzema e Higuaín. Cristiano, como en la mili, se da por descontado.
¿Qué ha cambiado para pasar de la premisa resultadista a la consecución del buen fútbol? Hay cuatro claves. La primera es la aportación de Marcelo, Di María, Kaká y Benzema a la creación de Xabi.
«Juego más colectivo»
Mourinho ha desvelado su secreto: liberar a Alonso de la vigilancia enemiga con un fútbol de desmarques a toda velocidad que explotan su clase en el pase. «Hemos encontrado la solución a los equipos que bloquean a Xabi. Tenemos otras salidas. Ahora no somos previsibles. Hacemos fútbol más colectivo y aplicamos una circulación de balón mucho más rápida». Kaká baja a ayudar al guipuzcoano. Marcelo le apoya por la izquierda. Benzema le traza incursiones en profundidad. Y Di María da la puntilla al penetrar por el centro y abrir vías en diagonal.
La segunda clave es esa explosión física de todos los profesionales. Faria es el otro secreto de los triunfos de la trayectoria de Mourinho.
La defensa es la media
Esa condición es fundamental para poder aplicar el tercer fundamento de esta brillantez, el estratégico: el adelantamiento de líneas para presionar al rival desde su área. La defensa se planta en el centro del campo.
Una retaguardia que protagoniza el cuarto capítulo de esta revolución. Con un sistema tan arriesgado, la colocación de Sergio Ramos como central ha aportado la seguridad total. El equipo solo ha recibido un gol en los cinco partidos que el sevillano ha disputado como «stopper».
«Hacemos buen fútbol, marcamos muchos goles, pero soy prudente», advierte el entrenador. Tiene razones: «Mientras otros juegan mal y no pierden —el Barcelona—, nosotros perdemos si no lo hacemos bien».
El éxito de todo este planteamiento se basa en el rendimiento individual de diversos hombres que en muchos casos viven el mejor momento de su carrera.
Es el caso de Marcelo. El lateral es fundamental en este salto de calidad. No es un defensor. Es un creador que penetra por la izquierda con filigranas de artista. Es un interior que ayuda a Xabi en las soluciones por esa zona. Emular la trayectoria de Roberto Carlos, el mejor «tres» de la historia madridista, es complicado, pero se encuentra en el camino de hacerlo.
Di María también ha recuperado su estado ideal. El Real Madrid lo disfruta. Juega entre líneas y su velocidad es un engranaje que libera a Alonso. Es el mejor asistente de la Liga.
Kaká, su compatriota, ha añadido la posesión de balón que faltaba en las situaciones difíciles. Mourinho habló con Ricardo hace un mes. Podía dar mayor rendimiento si actuaba como centrocampista puro. Sus pases y goles han sido un impuesto especial a la capacidad atacante.
El paso adelante dado por Benzema y la evolución continua de Higuaín culminan la mejoría. El francés se ha transformado en el delantero que deseaba el técnico. Marca goles, da centros letales y abre las defensas. Es un hombre importante del equipo.
Higuaín, titular en Anoeta
La efectividad de Gonzalo pone la guinda. Es un rematador superior. Hoy retornará al once titular en Anoeta, donde el Madrid mide el alto nivel de su fútbol ante la Real Sociedad (22 horas). Sahin no entró en la convocatoria: «Está en su pretemporada particular, pero si Turquía le convoca no podré evitarlo», manifestó Mourinho. El juego correoso de los locales será un examen para los blancos.
