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Pedía Emery esta temporada a Soldado que trabajase más cayendo a las bandas. Que conjugase otras alternativas, además de las propias, para el ataque global del equipo. Pero Soldado es hombre de área. Es, tal cual, lo que se entiende por un «9» puro. Matador. Goleador. Su hábitat natural es el área rival. Su labor es dinamitar las porterías rivales. Y ayer lo hizo con la del Málaga. Los de Pellegrini, en suma, pretendieron vivir del arte de Joaquín e Isco, pero se quedaron sin rematar la faena. Eso lo hizo el mencionado Roberto Soldado. Le dejó claro a su entrenador qué es lo que tiene que hacer en el campo. Sus dos goles dieron forma a una victoria que saca de la depresión a los valencianistas, que les permite amarrar con solvencia el tercer puesto para cerrar el tramo de la Liga en 2011, y en particular para seguir armándose de argumentos para que Del Bosque le dé la vez en la Selección. [Así hemos contado el partido]
Sus números dicen que lleva once goles en el campeonato nacional y que en la Copa de Europa no se fue sin haber marcado cinco dianas antes. Dieciséis en total. Ya venía pidiendo sitio antes de la lesión de Villa. El asturiano tuvo homenaje en Mestalla con un lema: «Anim Guaje». [Estadísticas]
Estuvo cómodo el Málaga desde el arranque. Combinó y movió el balón. Como en casa se encontraron los exvalencianistas Joaquín e Isco. El gaditano conoce palmo a palmo el verde de Mestalla, por cuyos carriles se mostró torero en las últimas cinco temporadas, y ayer sacó los colores a más de un excompañero. El joven malagueño no tuvo la confianza de Emery y con apenas seis partidos con el primer equipo decidió marcharse el pasado verano a su casa para demostrar el talento que le atesora.
Junto a Cazorla y Juanmi acosaron con buena letra a un Valencia que pasó demasiados minutos cerca de Diego Alves en el primer acto. El brasileño pese a la posesión malagueña no tuvo excesivos problemas. Como tampoco los tuvo Willy, pues los «che», huérfanos de balón, no acababan de encontrar la contra buena. Hasta que pasada la media hora Jonas puso el fútbol con un pase mágico para un Soldado que resolvió para poner el marcador a favor del Valencia.
Soldado es gol
Intentó el cuadro de Emery darle criterio a su juego tras el paso por vestuarios. Y dominó. No fue en la zona ancha. Esa fue para el Málaga con los mismos protagonistas del primer tiempo. Pero el Valencia fue mejor en las áreas. En la suya, defendiéndose. En la malacitana, con efectividad total. Una internada de Jordi Alba por el carril izquierdo acabó con un centro medido que Soldado empalmó para dinamitar por segunda vez la meta malagueña. Los visitantes buscaron el arte, pero los locales le dieron de forma de gol al encuentro y afianzaron su tercera plaza en 2011.
