Los enganches, el mejor anuncio de la Feria
El barrio del Arenal era ayer uno de los principales focos de atracción de una ciudad dispuesta a disfrutar en muy pocas horas de su Feria de Abril. La razón era la celebración en el coso de la
Uno de los enganches participantes sale por la Puerta del Príncipe
El barrio del Arenal era ayer uno de los principales focos de atracción de una ciudad dispuesta a disfrutar en muy pocas horas de su Feria de Abril. La razón era la celebración en el coso de la Maestranza de la XXIII edición de la Exhibición de Enganches, un evento organizado por el Real Club de Andalucía -cuya presidencia de honor ostenta Su Majestad el Rey-, con la colaboración de la Real Maestranza de Caballería, el Ayuntamiento de Sevilla, la Consejería de Turismo y ABC, entre otros. Este año la exhibición estuvo dedicada a la Real Federación Hípica Española.
Se trata de un evento que atrae por igual a sevillanos y foráneos, a conocedores del mundo de los enganches, que saben distinguir a primera vista si un coche de caballos tiene la calidad que se requiere a una exhibición única en el mundo, y a profanos, que pueden disfrutar de la belleza de carruajes únicos. Ayer las calles del Arenal, incluido un Paseo de Colón cortado al tráfico desde primeras horas de la mañana para permitir la concentración de los 114 coches de caballos inscritos en la exhibición, era un avispero de gente. Alrededor de cualquier carruaje se concentraban decenas de personas dispuestas a gozar de cada detalle del coche de caballo y sus ocupantes. Allí, mientras los enganches se sometían al examen de los componentes de un jurado a pie parado, se podía apreciar desde el brillo del charol de algunos coches restaurados por manos sabias al original mimbre que daba forma a otros. Había coches de gran porte y otros pequeños y coquetos, y en todos ellos una explosión de color, marcada en algunos porque sus caballos -muchos de pura raza española-estaban enjaezados a la calesera, la forma más tradicional, y en los demás por sus ocupantes. En ellas hubo competencia entre las pamelas y los tocados con las mantillas blancas y color té, mientras que en ellos se vio a cocheros y lacayos vestidos de caza o con trajes cortos y con sombreros de ala ancha, y a algún caballero con bombín. Si se sumaban todas estas imágenes pasear ayer por el Arenal era retrotraerse un poco a otros tiempos y por eso no era extraño ver las caras extasiadas de algunos transeúntes que no daban crédito a lo que podían ver en las calles. En la calle Antonia Díaz, donde la Policía Local colocó vallas y eliminó la zona de aparcamientos para permitir el paso de los coches de caballos, había numeroso público a espera de ver cómo accedían los enganches a la plaza de toros.
Razones no les faltaban. El evento que organiza el Real Club de Enganches de Andalucía reunió ayer a más de un centenar de carruajes, muchos de los cuales son verdaderas joyas -algunos han sido fabricados en el siglo XIX o principios del XX y restaurados con primor en talleres andaluces-. Y lo mejor de estos enganches es que, además de ser hermosos, están en servicio, no son piezas de museo.
Y así lo demostraron en el coso de la Real Maestranza, donde el espectáculo comenzó puntual, a las doce de la mañana, con la entrada a la plaza del escuadrón a caballo de la Policía Nacional, que portaba las banderas de Andalucía y España. Tras escuchar la Marcha Real y el himno de Andalucía, accedieron al coso dos enganches. En el primero, estaba Javier Revuelta Peral, presidente de la Real Federación Hípica Española, institución a la que estaba dedicada la exhibición, acompañado por Francisco Acedo, presidente de la Federación Andaluza de Hípica, Amparo Lluch de Acedo y Jaime Ribera Ballesteros. En el segundo coche, el presidente del jurado de mantillas, el modisto Tony Benítez junto a la modelo Verania Medina.
El paseo de estos dos coches por el cosos taurino dio paso a las limoneras, tirados por un sólo caballo, y entre los que se mezclaron los tradicionales coches de alquiler con coches como una araña del siglo XVIII o un carruaje tipo duque que va a representar a España en el campeonato mundial de enganches. Tras las limoneras, llegaron los troncos y tándem, de dos caballos, les siguieron los de tres -alguno con los tres caballos enganchados en fila, lo que supone un difícil manejo-, los de cuatro y los de cinco.
La gran afluencia de enganches lleno el coso de vistosidad aunque algunos coches llegaron tener problemas provocados por la suelta de riendas, enganches y el nerviosismo de algunos caballos, que fueron rápidamente controlados por la acción directa de los cocheros que demostraron su destreza o por la rápida acción de los lacayos.
Los asistentes pudieron así disfrutar de un espectáculo pleno, que en esta ocasión, además de por la tradicional presencia de Fermín y Ana María Bohórquez guiando sus propios coches, o los espectaculares coches presentados por Gregorio Aranda contó con participantes italianos y hasta la princesa Cloe de Francia.
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