De Gines a cualquier rincón del mundo ejerciendo de «au pair»
POR AMPARO BACA PÁEZVictoria Eugenia Villa, siguiendo los pasos de su madre, un buen día se decidió a salir al extranjero ejerciendo de «au pair». Conocía la existencia de esta modalidad de trabajo en
Victoria Eugenia Villa, siguiendo los pasos de su madre, un buen día se decidió a salir al extranjero ejerciendo de «au pair». Conocía la existencia de esta modalidad de trabajo en el que se aprenden idiomas gracias a su madre que, en su momento, también estuvo viviendo con una familia de otro país. Para organizar su viaje, tuvo que buscar una agencia extranjera, ya que en España no conocía ninguna.
Ahora aprovecha la experiencia obtenida en sus viajes para constituirse como agencia y apoyar a todos aquellos jóvenes que deseen salir fuera con el objetivo de aprender el idioma y la cultura de un país mientras que están acogidos en una casa en la que colaboran en las tareas domésticas y ayudan a cuidar a los niños.
Como explica la directora de la empresa asentada en Gines, el tiempo mínimo por el que un joven de entre 17 y 30 años se puede ir al extranjero es de tres meses, siendo el máximo dos años. Aunque normalmente la elección de los jóvenes para estar fuera de casa es de un año -en el que pueden adquirir un nivel de idioma alto-, los dos años son idóneos para ser totalmente bilingües.
Una vez que los interesados se acercan a la agencia para buscar un destino, la maquinaria se pone en marcha cruzando los perfiles tanto de la familia como del futuro «au pair», hasta que se encuentran los que mejor se complementan. Es en ese momento en el que se ponen en contacto la familia y el joven de modo que preparan la fecha de llegada, el lugar de encuentro y todo tipo de detalles.
Pero el servicio de esta agencia no se basa únicamente en poner en contacto a las familias y a los jóvenes, sino que se preocupa en realizar un seguimiento durante toda la estancia por si surge cualquier tipo de problema. Es más, la empresa dispone de un número de teléfono que está abierto las 24 horas y que se puede utilizar en caso de emergencia. «Las agencias extranjeras no le suelen cobrar a los `au pair´ pero cuando estás fuera y tienes un problema, si te he visto no me acuerdo. De hecho yo tuve un problema y no me lo solucionaron. Por eso nosotros queremos que no se vayan solos, que sepan que si les surgen complicaciones pueden contar con la agencia», explica Victoria Eugenia.
También en pareja
En «Premier Au Pair» realizan el servicio de búsqueda, puesta en contacto y seguimiento por 150 euros, mientras que el coste de las familias depende de la situación. Si se contratan por tres meses, el precio es de 250 euros, mientras que si sólo son los tres meses de verano son 300 euros. De cuatro a nueve meses cuesta 350 euros y 380 euros de 10 meses en adelante.
Y también se puede dar el caso de familias que soliciten parejas, por lo que el precio se eleva a 500 euros. Esta modalidad te permite realizar el viaje con tu pareja. Además, la agencia ofrece descuentos a las padres solteros, las familias sin niños o a las personas mayores, que también pueden requerir los servicios de los «au pair».
Una vez en el lugar seleccionado, los jóvenes, además de recibir alojamiento y la comida por parte de la familia, también obtienen un sueldo semanalmente, que varía dependiendo del tiempo de dedicación, por lo que se clasifican en tres tipos. Los «au pair» suelen trabajar 25 horas semanales y reciben 60 euros a la semana.
Los «au pair plus» trabajan 10 horas más y cobran 75 euros, mientras que los «demi au pair» trabajan tres horas al día, los cinco días de la semana y cobran unos 30 euros a la semana. Estipulado por ley, tienen que ejercer de canguro dos tardes a la semana. Por su parte, los «au pair» de verano reciben 60 euros a la semana.
Victoria Eugenia reconoce que los primeros días de estancia «vas con un poco de miedo porque estás en un país diferente con costumbres diferentes y estás un poco rara. Pero luego te adaptas, te acostumbras y empiezas a dominar el idioma. Y si te llegas a hacer muy amigo de la familia, mucho mejor», añade.
Sin embargo, también advierte de que hay que estar preparado porque puede que la experiencia no salga bien: «Siempre aconsejo que se esté muy seguro de que se quiere ir, que no se rindan y que si tienen cualquier problema que sigan para adelante y no digan de volverse a casa».
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