Juanjo Oliva, la energía de un diseñador
Juanjo Oliva se quedó enamorado de Sevilla cuando, con 21 años, vino a ver su Semana Santa. Desde entonces no deja de volver a «una de las ciudades más bonitas de España», donde tiene clientas de
Juanjo Oliva se quedó enamorado de Sevilla cuando, con 21 años, vino a ver su Semana Santa. Desde entonces no deja de volver a «una de las ciudades más bonitas de España», donde tiene clientas de campanillas. Ahora acaba de recibir la T de Telva y dice que un premio siempre es una inyección de energía. «Los premios sirven para mucho, sobre todo cuando empiezas, porque cuanto más peso tengas, más ondas produces».
-¿Qué es la moda para Juanjo Oliva?
-Mi vocación, mi vida. No me imagino haciendo otra cosa. Estudié diseño para comprobar si estaba en lo cierto, para darme cuenta de que no había fallado en mi elección. Al principio, mis padres se quedaron extrañados, aunque siempre me han apoyado y ahora visto a mi madre, a mis hermanas, a mis amigas. A todas las mujeres que me rodean.
-¿Hay modas pasajeras y otras eternas? ¿En qué se diferencian?
-Hay buenos trabajos, hechos con seriedad, que perduran con el tiempo. Dentro de lo efímero de la moda, la intención es renovar cada temporada, pero los trabajos buenos y serios quedan.
-¿Hacer moda en España es llorar?
-No. Es un sambenito que tenemos colgado y es que realmente estamos empezando en un sector que ya está consolidado en países como Francia e Italia. Yo me he encontrado el camino expedito. La generación anterior fue la encargada de abrirlo. Quizá se ha pecado de exceso, ha habido malos y buenos ejemplos en el sector, pero ahora hacer moda en España es más fácil que antes. No estaremos a la altura de Francia o Italia, pero no somos Polonia. Lo del sufrimiento porque sí me parece una estupidez.
-Usted es tesorero de la Asociación Artística de Diseñadores de Moda de España (ADÑ) ¿Qué necesidad hay de que existan tantas asociaciones de creadores? ¿Es un síntoma de la desunión del sector?
-En principio yo conozco dos, no sé si habrá algunas más, y creo que es un síntoma más bien de pluralidad. Nosotros, lo que ofrecemos es nuevo y a mí me apetecía empezar este proyecto desde cero, porque te aporta energía e ilusión y no estás contaminado ni viciado. Si hay dos frentes abiertos, cubrimos más posiciones. Además, la competencia es buena
- ¿La situación ideal del diseñador patrio es la pasarela única?
-Más que la del diseñador patrio, la de la moda en España
-¿Sigue existiendo divorcio entre diseñador e industria?
-Yo diría que es desinterés. De todas formas, sólo llevamos treinta o cuarenta años en el sector y no es demasiado tiempo para que haya un interés general por todos. Esa mentalidad de que la moda es un negocio no existe todavía. Hasta que los industriales no vean, a través de la difusión en los medios de comunicación, que con nuestro trabajo se puede ganar dinero seguiremos en esa situación.
-La actitud de la pasarela Cibeles al controlar la masa corporal y las tallas de las modelos, ¿tendrá continuidad en el futuro o ha sido una puesta en escena para que se hablara de ella tras la disolución de Gaudí?
-Esta pregunta es para la pasarela Cibeles, nosotros no hemos podido decir mucho.
-¿Quién es, a su juicio, el actual Balenciaga de la moda española?
-Las comparaciones son odiosas.
-¿Entienden y valoran los españoles la moda de los nuevos creadores?
-Creo que si, el publico está cada vez más interesado y más receptivo.
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