Mueren tres turistas al chocar su autobús con un camión en la A-49
Tres mujeres, dos de ellas de nacionalidad alemana, fallecieron ayer tras colisionar el autobús en el que viajaban contra un camión que se había detenido por avería en el arcén de la autovía A-49 en
Tres mujeres, dos de ellas de nacionalidad alemana, fallecieron ayer tras colisionar el autobús en el que viajaban contra un camión que se había detenido por avería en el arcén de la autovía A-49 en sentido Sevilla, en un tramo recto dentro del término municipal de Huévar.
Dos de las víctimas perecieron en el acto, mientras que la tercera murió en el Hospital Virgen del Rocío, adonde fue trasladada junto con otra mujer, de unos 30 años, que asimismo había resultado herida grave con politraumatismo y que se encuentra en la UVI tras ser operada. El resto de los ocupantes del autocar, en el que viajaban 29 personas, además del conductor y el guía, resultaron heridos leves. Asimismo, sufrió heridas leves el conductor del camión implicado en el accidente. El brutal impacto destrozó las dos terceras partes del lateral derecho del autobús, donde precisamente viajaban las dos mujeres fallecidas en el acto.
El autocar siniestrado, un «Mercedes» matrícula de Portugal 1313-NC, propiedad de la agencia de viajes lusa «Best Day», con sede en Portimao, había salido de Faro a las seis de la mañana con dirección a Sevilla, donde un total de veintinueve turistas alemanes y británicos, habían decidido viajar para pasar un día de excursión. En su recorrido desde Faro, el autobús realizó varias paradas para recoger a los viajeros en establecimientos hoteleros de Portugal y el litoral onubense.
El accidente sobrevino cuando a los excursionistas le quedaban aproximadamente 26 kilómetros para llegar a Sevilla. El vehículo se había adentrado ya en el término de Huévar cuando embistió a un camión de 11,7 toneladas que se hallaba detenido en el arcén, al parecer a causa de una avería.
Averiado en vacío
Fuentes de la empresa Martín Pineda S.L., propietaria del vehículo, un «Mercedes» matrícula de Sevilla 5576-DG, señalaron en el mismo lugar del accidente que el conductor del camión se disponía a bajarse para colocar los triángulos de señalización de emergencia cuando le sorprendió el brutal impacto del autobús. En el momento del alcance, el vehículo, que puede transportar 14 toneladas, no llevaba carga alguna.
Al parecer, el conductor del autobús advirtió demasiado tarde que el camión se encontraba parado y no pudo esquivarlo del todo. En cualquier caso, la maniobra evasiva, aunque infructuosa, evitó un desastre aún mayor, ya que, pese a que la caja de carga -tan robusta que apenas resultó arañada- arrancó la carrocería del lateral derecho del autocar haciendo desaparecer cinco de sus siete ventanillas, de haber existido una mayor superficie de impacto, el balance de víctimas mortales hubiera sido, previsiblemente, más elevado, ya que al estar el camión detenido y frenado, el resultado final de la colisión se multiplica considerablemente. De hecho, pese a la violencia del golpe, el autobús aún pudo continuar su recorrido hasta quedar detenido unos doscientos metros más adelante.
Prácticamente ninguno de los veintinueve pasajeros del autobús advirtió el peligro, según relataron en el mismo lugar del accidente alguno de los once que no fueron evacuados en ambulancia o helicóptero a centros sanitarios. Ni tan siquiera el guía de la excursión, Paulo Sacramento, que en el momento del brutal impacto se encontraba de espaldas al sentido de la marcha, distrayendo a los turistas con sus comentarios.
El toro de Osborne
El propio guía, que sufrió heridas en la cabeza al ser proyectado contra una de las ventanas del autobús, relató cómo el golpe le sorprendió mientras le hablaba a los viajeros del toro de Osborne que corona una loma existente a escasa distancia del lugar del accidente. «El conductor me ha dicho que intentó esquivar al camión que estaba parado en la carretera, pero no pudo. Yo no vi nada. Miraba a los viajeros y les hablaba del toro de Osborne y, de pronto, bum», relató en buen español antes de que los sanitarios del 061 le curaran las heridas sufridas en la cabeza, donde en ese instante aún tenía numerosos cristales clavados.
Hasta el lugar del accidente se desplazaron dotaciones de bomberos procedentes de distintos puntos, dos ambulancias (UVI) del 061 y el helicóptero de este mismo servicio de emergencias, así como ambulancias convencionales.
Mientras se procedía a la avacuación y a las primeras curas de emergencia, un amplio dispositivo de la Guardia Civil de Tráfico posibilitó tanto la continuidad de la circulación por el carril que aún quedaba libre como el traslado de los heridos, lo que no evitó que se formaran retenciones puntuales de hasta tres kilómetros.
De los heridos, los dos más graves fueron evacuados al Hospital de Traumatología de Virgen del Rocío, en tanto que los leves quedaron distribuidos entre el Hospital San Juan de Dios de Bormujos -14 en total- y el Hospital Virgen Macarena.
En la evacuación del autobús participaron tanto bomberos como Guardia Civil, que ayudaron a los heridos a abandonar el vehículo por el hueco del parabrisas, ya que las puertas habían quedado inutilizadas.
En el vehículo sólo quedaron los cadáveres de las dos turistas alemanas, uno de los cuales requirió medios mecánicos para su rescate, ya que había quedado atrapado por los hierros de la carrocería.
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