La patronal de las ortopedias cifra en unos 2 millones de euros la estafa al SAS
M. J. PEREIRASEVILLA. Manuel Puente, secretario general de la Sociedad Andaluza de Ortesis y Prótesis (Sadop), aplaudió ayer la pericia de los servicios de Inspección de la Consejería de Salud en
M. J. PEREIRA
SEVILLA. Manuel Puente, secretario general de la Sociedad Andaluza de Ortesis y Prótesis (Sadop), aplaudió ayer la pericia de los servicios de Inspección de la Consejería de Salud en Sevilla al detectar un presunto fraude al Servicio Andaluz de Salud (SAS) por parte de tres médicos del centro de especialidades Virgen de los Reyes -adscrito al Hospital Virgen del Rocío- y dos ortopedias, una del Aljarafe y otra de Sevilla capital. Esta presunta estafa, que por ahora se ha cifrado en 110.000 euros, podría ascender a dos millones de euros anuales en toda Andalucía, según cálculos de esta patronal, que asegura representar al 80% de las ortopedias del sector.
En Andalucía hay unas 200 ortopedias que atienden a 1,5 millones de personas, de las que 400.000 son pacientes del SAS. En el caso de la Administración andaluza, los pacientes no pagan directamente a las ortopedias, sino que es el SAS el que se hace cargo de esta factura anual, de 52 millones de euros (8.800 millones de las antiguas pesetas).
«Nosotros estamos encantados de que estos casos de presuntos fraudes salgan a a la luz, pero tampoco queremos que se vea afectada la imagen de todo un sector porque dos ortopedias hayan podido participar en esta estafa», manifestó Puente. «Queremos -añadió- que el SAS acabe con estos fraudes y no porque seamos Teresa de Calcuta, sino porque somos empresarios y queremos que esos dos millones de euros de fraude al SAS se inviertan en productos innovadores del sector».
En cuanto al fraude detectado, Puente destacó que «una cosa es saltarse el procedimiento administrativo para ser atendido por un traumatólogo, lo cual ocurre de forma espectacular en Huelva, así como en Almería, Granada y Jaén. Otra cosa más grave es prescribir productos de ortopedia a pacientes que no lo solicitan o no lo necesitan, con el consiguiente daño económico para el SAS».
Asimismo, Sadop pide al SAS que extienda las investigaciones a otras provincias «donde los casos son más flagrantes». En este sentido, Puente no tuvo reparos en señalar con el dedo a la provincia de Huelva, «donde se está produciendo una estafa pura y dura. Basta comprobar lo que facturan al SAS determinas ortopedias y quiénes son los médicos prescriptores. En Huelva se vulnera la libertad de elección del paciente porque la mayoría son desviados o dirigidos sistemáticamente a la misma ortopedia». Para Sadop es algo más que una casualidad que el 70% de los pacientes del SAS sean dirigidos a una sola de las catorce ortopedias que hay en la capital onubense. «Llevamos diez años denunciando el caso de Huelva ante la delegación provincial del SAS, las gerencias de los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena, así como los servicios centrales del SAS. El SAS ha investigado y dice que tiene dificultades para demostrarlo, aunque es fácil de comprobar que el 70% de la facturación ortorprotésica del SAS en Huelva corresponde a una sola ortopedia. Desde que Sadop ha denunciado el caso ha logrado que el porcentaje de usuarios dirigidos a esa ortopedia de Huelva se reduzca hasta el 51%.
Según Puente, para que se produzca este tipo de fraude es necesario que participen todos los miembros de la cadena, es decir, «médicos, administrativos de hospitales y ortopedias. Un ortopédico solo no puede engañar al SAS porque -argumenta- hace falta una receta y una etiqueta que tiene el SAS».
Otro presunto fraude sobre el que alerta Manuel Puente es que hay médicos que recetan a pacientes productos sin utilidad terapéutica para este usuario. «Se dan casos -asegura- en los que al paciente le acaban sometiendo a una tortura china que no le sirve para nada, como sucede cuando a personas con 60 años se les prescribe un corsé corrector que sólo corrige hasta los quince años, lo cual no tiene sentido».
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