El embajador de los Reyes Magos y su comitiva pasean por las calles de la localidad alicantina de Alcoy. Se conoce como el día de la burreta, el emisario anuncia en versos valencianos la inminente llegada a la ciudad de Melchor, Gaspar y Baltasar. Es el momento para que todo los niños alcoyanos entreguen su carta a los pajes reales. Los burros cargan en sus lomos grandes buzones con todas las peticiones de los pequeños.Una niña entusiasmada afirma haber pedido el brazalete de Cloe. Esta tradición se clebra en Alcoy desde 1924, y tan arraigada está en estas tierras, que dicen que quien no deja la carta en la burreta se queda sin regalo, salvo que el niño haya sido muy ,muy, muy bueno.
