Ocurrió en 2009 en Mestalla, Valencia. También en 2012 en el estadio madrileño Vicente Calderón. Y ahora se espera la misma pitada al himno nacional en el Camp Nou de Barcelona, en la tercera final de Copa del Rey entre Athletic y Barça que se disputa en los últimos seis años. Varias organizaciones independentistas reparten este sábado más de 10.000 silbatos entre los aficionados con entrada. Lo hacen, según sus convocatorias, para mostrar una vez más su oposición al himno de la Marcha Real y al monarca, en esta ocasión Felipe VI. También hay bares en Bilbao que, por 15 euros, venden camisetas con bolsillo incluido para guardar el objeto de la polémica. La Comisión Antiviolencia ya ha avisado esta semana que, con la legislación vigente, se estudia la posibilidad de sancionar a los clubes por este comportamiento de sus aficiones. La directiva del FC Barcelona ha pedido respeto al himno, pero advierte que no puede imponer nada porque no organiza el partido.
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