La canciller alemana, Angela Merkel, fue ayer clara al asegurar que su país será de nuevo solidario con Grecia pero a cambio de nuevos sacrificios. Y, en todo caso, Alemania quiere conocer primero las conclusiones de la troika formada por el BCE, la CE y el FMI que se encuentra en Atenas para evaluar sobre el terreno la situación económica de la nación.
El país heleno tiene previsto recibir en junio el quinto plazo del préstamo que le fue concedido por la UE y el FMI de 110.000 millones en mayo del año pasado, en concreto 12.000 millones, dinero esencial para que pueda pagar los 13.700 millones de amortizaciones de deuda del mes próximo. Merkel aseguró en Berlín que «lo que le digo a los ciudadanos griegos es que el camino no es fácil pero que el país saldrá más fortalecido», después de haber explicado que su país será «solidario» con el resto de socios del euro.
Por parte de Francia que, junto con Alemania forman el auténtico núcleo duro de la Eurozona, su ministra de Economía, Christine Lagarde, aseguró que la comunidad internacional iba a seguir ayudando a Grecia tal y como lo había hecho en el pasado. Desde la Comisión Europea su titular de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pidió también tiempo al asegurar que después de que la troika termine su trabajo «y conozcamos los detalles se podrá tomar una decisión en las próximas semanas sobre las siguientes etapas del programa griego. Es muy pronto para cifrar las necesidades de financiación de Grecia en 2012».
Sin embargo algunas fuentes barajaban ayer que el montante de los nuevos préstamos a Grecia podría rondar los 60.000 millones, según Reuters. Esta cifra fue inmediaamente desmentida por el Gobierno griego que, reunido con carácter extraordinario, abordaba la situación económica del país.
Retraso en los ajustes
Una de las misiones de los expertos de la troika es averiguar las razones del retraso en los planes de consolidación fiscal, que incluye los techos de gasto para cada Ministerio hasta 2014, así como en el ambioso plan de privatizaciones comprometido, con el que se pensaban ingresar 50.000 millones en las maltrechas arcas públicas griegas. Estos requisitos son condición indispensable para que Grecia acceda al quinto plazo del préstamo, por lo que también ayer circuló el rumor de que, si no avanza en los compromisos adquiridos, podría no recibir el siguiente tramo del dinero y verse abocada directamente a tener que reestructurar su deuda.
La previsión inicial es que Grecia recibiera en 2012 otros 27.000 millones del mencionado préstamo, siempre y cuando cumpla con los planes de ajuste que se le impusieron en mayo del año pasado. A pesar de la delicada situación, con una deuda total de 340.000 millones equivalente al 150% del Producto Interior Bruto, el Tesoro heleno consiguió colocar títulos de deuda a seis meses en los mercados por importe de 1.625 millones a un interés del 4,88%, ligeramente superior al 4,8% de hace unas semanas, y con una sobredemanda de 3,5 veces la oferta.
Tipo portugués, en el 5,5%
Del lado portugués, en teoría el país al que se va a rescatar este mes para que pueda hacer frente a sus vencimientos de deuda en junio, el mercado elevó ayer su presión sobre la deuda portuguesa que tocó valores récord desde la entrada en vigor del euro. A cinco años, la tasa de interés exigida por los inversores alcanzó el máximo histórico del 11,93%. Ayer también se conoció que el tipo de interés al que se le prestarán los 78.000 millones a tres años estará entre el 5,5% y el 6%.
Los ministros de Economía de la Eurozona, el Eurogrupo, decidirán el lunes todos estos detalles, incluida una posible rebaja del tipo de interés del rescate irlandés, fijado en el 5,8%, y que está siendo muy duro de sobrellevar para el país. Sin embargo en el caso de Grecia, y dada la trascendencia política al ser un país rescatado al que se volviera a ayudar, es posible que sean los Jefes de Estado europeos los que tomen la decisión en la cumbre prevista para finales de junio.







