La Dermatología sevillana rinde homenaje al doctor Camacho
LUIS VILCHESSEVILLA. El aula magna del Colegio de Médicos de Sevilla acogió ayer la muestra de fidelidad, reconocimiento y respeto que los dermatólogos sevillanos y otros compañeros de profesión
El aula magna del Colegio de Médicos de Sevilla acogió ayer la muestra de fidelidad, reconocimiento y respeto que los dermatólogos sevillanos y otros compañeros de profesión mostraron al catedrático de la Hispalense, Francisco Camacho Martínez, por sus 25 años al frente del departamento de Demartología.
El acto, impulsado por la iniciativa del doctor Perea, consistió en un ciclo de pequeñas conferencias oficiadas por sus propios compañeros, en el que se habló desde la evolución de esta especialidad en Sevilla o su actividad docente, hasta hacer una mención a los signos cutáneos apreciables en las imágenes de Semana Santa, como la representación de las laceraciones en el cuerpo de Jesucristo producto de la Pasión. Por último, y antes de dar paso al doctor Camacho, su ayudante en la cátedra, el doctor Yebra, recordó los orígenes de la Dermatología en la vida monástica con gran sentido del humor, plagando de sonrisas el auditorio.
Una vez recibido el turno de palabra, Camacho hizo un extenso repaso a su vida desde el año 1981, fecha en que obtuvo la cátedra de la especialidad. Recordó los comienzos, en los que no existía la cirugía dermatológica en la ciudad, y cómo para mejorar en el conocimiento de la materia «los del sur íbamos a Barcelona a aprender del profesor Pignol».
«Figura mundial»
A lo largo de su ponencia, Francisco Camacho recordó a muchos de los compañeros con los que compartió vivencias durante su vida médica. Mencionó a su profesor, Felipe de Dulanto, y a otros como Antonio García Pérez, Ismael Sotillo, Antonio Oliveira... personas con las que compartió sus comienzos en la Dermatología y con los que recorrió medio mundo, de congreso en congreso, «para traer lo mejor para Sevilla, y nos lo teníamos que pagar nosotros». Todo ello para ofrecer un mejor servicio en la sanidad sevillana y andaluza y convertirse en «una figura mundial», en palabras de su compañero el doctor Rojo, con la culminación del Congreso Mundial de Cáncer Cutáneo celebrado en Sevilla en 2003.
En su comparecencia desempeñó un eje muy importante su familia, a la que recordó una y otra vez, y en la que su hijo pequeño, continúa los pasos de su padre en la medicina, aunque éste ha preferido el mundo de la Traumatología.
De esta manera la dermatología sevillana reconoció ayer el trabajo y la dedicación de su catedrático, el doctor Francisco Camacho Martínez, tras 25 años de trabajo en la Universidad de Sevilla.
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