La niña mordida por la chova llega a Sevilla para tratarse en el Virgen del Rocío
P. G. MAHAMUD / EVA M. LAHOZSEVILLA/ALICANTE.Si es el doctor Manzano quien aguarda a Lucía para tratarla, no hay kilómetros que se interpongan en su recuperación. Referente nacional en la cirugía de
P. G. MAHAMUD / EVA M. LAHOZ
SEVILLA/ALICANTE.
Si es el doctor Manzano quien aguarda a Lucía para tratarla, no hay kilómetros que se interpongan en su recuperación. Referente nacional en la cirugía de manos, el equipo del facultativo recibió ayer tarde en el hospital Virgen del Rocío a la familia de la pequeña, vecina de Tomares, procedente del Hospital General de Alicante. Tras seis horas de viaje, y tan exhausto como confiado en la pronta recuperación de su benjamina, Juan Manuel Rodríguez desgranó para ABC que los escasos 7 años de Lucía juegan a favor de su mejoría: «Su edad facilitará el que pueda recuperar la movilidad total en la mano. Lo más preocupante, que era el riesgo de infecciones o de necrosis en la piel, ya se ha descartado. Tiene la arteria cubital cortada, por lo que es posible que se le practique un injerto. Desconozco cuántos días deberá permanecer en el hospital -apunta-, pero la rehabilitación será de dos o tres meses».
Antes de trasladarse a Sevilla, la pequeña Lucía y sus padres pudieron entrevistarse con Alou Alassane Sy, el joven senegalés de 24 años que auxilió a la niña tras sufrir la voraz mordedura de una chova mientras chapoteaba en la playa alicantina de San Juan. «Me gustaría agradecerle en persona su gesto, porque de toda la gente que había fue el único que la socorrió», expresaba el pasado viernes Juan Manuel. También Alassane Sy, hasta ahora vendedor de pareos en la playa, estaba impaciente por volver a ver a la pequeña a la que ayudó. Temeroso de la reacción de la Polícia, dada su condición de inmigrante irregular, desapareció del lugar del suceso tan pronto como prestó auxilio, según detalla el padre.
Ayer, ambas partes vieron cumplido su deseo. El diario La Verdad de Alicante localizó a Alassane, lo llevó al Hospital General, y allí se reencontró con la familia de Lucía. En el pasillo esperaba Juan Manuel, quien estrechó en un abrazo al chico y lo condujo hasta el interior de la habitación. Dentro estaban, con Lucía, su madre, Petra Vegas, y su hermana, Cristina. Al verlo, todos se emocionaron y no acertaron a articular palabra. Sólo pudieron repetir una y otra vez «gracias». Alassane sonrió a la niña y le dió un beso. Entonces la emoción pudo también con el fortachón y las lágrimas afloraron. «Me recuerda a mi sobrina y a todos los niños de mi familia y mi país», comentó. «Hoy es un día muy feliz; ver que ella está bien y sonriendo es muy importante para mí».
«Hay pocas personas con su humanidad», afirmó Juan Manuel. «Poca gente es tan solidaria como ha sido él con mi hija. Pondremos todo nuestro empeño y fuerzas en conseguir que le den los papeles, porque creemos que merece estar en España», subrayó. En la despedida, Alassane trató de quitarse importancia. «Te ayudaremos en todo lo que podamos, porque eres una buena persona», le dijo Petra.
Lucía explicó a su rescatador el nombre de los peluches que le habían regalado: «Éste es del alcalde, y se llama Luisito Alperi, ésta es Lunila...». Alassane sonrió, sin entenderla, pero feliz por compartir ese momento con la familia.
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