La velá del «rebujito»
POR JOSÉ LUIS LOSALa noche del martes, una fila de coches oficiales que ocupaba todo el Puente de Triana -cortado al resto de sevillanos- anunciaba lo que se vivía en la calle Betis.En la caseta del
POR JOSÉ LUIS LOSA
La noche del martes, una fila de coches oficiales que ocupaba todo el Puente de Triana -cortado al resto de sevillanos- anunciaba lo que se vivía en la calle Betis.
En la caseta del PSOE, el partido ofrecía una pequeña «copita de hermandad» convocada por el secretario general, José Antonio Viera. El acto no tendría nada de particular si no fuera porque en la actual guerra fría entre oficialistas y críticos del partido se convirtió en una demostración de afectos, peso y protagonismo.
La copita de Viera, arropado por el delegado del Distrito Triana, Alberto Moriñas; la secretaria de Organización, Susana Díaz; el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, y un buen número de alcaldes del área metropolitana fue contraprogramada por el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.
El regidor hispalense convocó urgentemente a la prensa a la misma hora para inaugurar -un mes después de terminada- la iluminación artística del Puente de San Telmo. Y para rematar la faena, consiguió que le acompañara un invitado de excepción, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, que ante la cercanía de las elecciones autonómicas decidió darse un baño de multitudes por la popular velá trianera. Monteseirín, sin separarse un minuto de Chaves para remarcar que era suyo, desembarcó en la copita de Viera con sus hombres -Marchena, Celis...-que le arropaban a la vez que equilibraban las fuerzas de oficialistas y críticos en la copita del PSOE para demostrar que el partido son ambos.
Chaves, atónito, intentaba aparentar naturalidad mientras observaba la situación cual casco azul de la ONU en territorio plagado de minas. Cada conversación, cada corrillo, cada saludo tenía más trascendencia de lo normal en un partido en el que todas las espadas están en lo más alto y bien afiladas entre las distintas familias.
Para dar más morbo político a la situación, por aquel «rebujito» pasaban personajes como el otora poderoso José Caballos, el también defenestrado Carmelo Gómez o el imputado judicialmente José Antonio García.
Y para rematar la faena, a apenas un par de metros se encontraba la mitad del Grupo Popular en el Ayuntamiento, con Juan Ignacio Zoido a la cabeza, en la caseta de este partido en la velá.
Los concejales populares comentaban el salto que el edil Beltrán Pérez había realizado en la cucaña por la tarde, mientras apuntaban que las familias del PSOE también podrían dirimir sus diferencias en ese mismo escenario, ganando aquellos que menos resbalones dieran...
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