El PP dio ayer una vuelta de tuerca más al escándalo de los ERE vinculando a otra administración en la trama que se viene investigando por Mercedes Alaya: la Diputación de Sevilla, liderada desde 2004 por el socialista Fernando Rodríguez Villalobos. En el pleno de ayer de este organismo, donde se produjo un agrio enfrentamiento entre los dos principales partidos por este tema, los populares trasladaron una moción para instar a la Junta de Andalucía a crear un fondo social para compensar el dinero defraudado por el escándalo de los ERE. Prácticamente nada se habló de ese fondo, como era de esperar, y el PP centró su ataque en subrayar los vínculos de la Diputación sevillana con implicados en la trama y en el hecho de que Villalobos «ampare a implicados en esta casa, que sirve de escondite para quienes han urdido la trama, de nido para los reptiles», en alusión al famoso «fondo de reptiles».
Así, el portavoz popular en esta institución, Eloy Carmona, repasó hasta cuatro capítulos que, a su juicio, ligan a la Diputación con este turbio asunto, «que tiene su epicentro en la provincia de Sevilla y especialmente en la Sierra Norte, donde se ha centrado la corrupción». Habló Carmona, así, un convenio de 2008 de esta administración con Calderinox, empresa que recibió financiación de fondos autonómicos para un ERE donde se encontraron hasta dos «intrusos». Además, mencionó a la que fuera alcaldesa de Villanueva del Río y Minas y actual directora de Cohesión Social e Igualdad de la Diputación, María José Cervantes (PSOE), que declaró como imputada ante los investigadores de la Guardia Civil. En ese listado de personas vinculadas al «fondo de reptiles» citó también el PP al hasta ahora diputado andaluz Ramón Díaz, antaño director de área de la Diputación y señalado en varias comparecencias recogidas en los atestados policiales como asesor de Javier Guerrero, «padre» del famoso fondo. Como principal novedad, se aludió también a Enrique Rodríguez Contreras, actual director del área de Empleo e Innovación de la Diputación y que ha ejercido numerosas responsabilidades en el organigrama de la institución; desde gerente de la antigua sociedad provincial Sevilla Siglo XXI a miembro del consejo de administración del Centro Europeo de Empresas. Se trata de un hombre de la total confianza de Villalobos al que, en su declaración, Guerrero ha implicado en la trama al señalarlo como responsable de los planes de viabilidad que permitían a las empresas escogidas recibir fondos de la Consejería de Empleo a través del IFA (luego Idea), ente que Rodríguez Contreras lideraba en 2002, con José Antonio Viera como consejero del ramo.
Durante los minutos de turno del PP, Villalobos se había ausentado de la sala de plenos. Pero regresó a la misma justo para cerrar el debate y, de manera tremendamente airada, enardecido y por momentos fuera de sí, cargar con dureza contra los populares por «dar crédito a las declaraciones de un sinvergüenza, de un chorizo, de un alcohólico... de un putero, sí, de un putero. ¿A ese van a darle crédito», dijo exaltado en alusión a Guerrero. El presidente aseguró que daba «la vida por Rodríguez Contreras, que es un hombre honrado y más trabajador que nadie y al que el PP quiere manchar viniendo aquí hoy con mucha mala leche y aprovechando que hay elecciones».
Es más, en su tono irritado, Villalobos aludió a la propia juez Alaya —como ya hizo en alguna otra ocasión— para considerar que le parece «raro que al menos en tres ocasiones se lleve este caso a días antes de unas elecciones». «¿Lo digo más fuerte para que salgan ustedes y la llamen», ironizó el presidente de la institución, visiblemente encendido y que reiteró que le parece «muy malo que se le dé credibilidad a un putero drogadicto». El abogado de Guerrero anunció anoche, por su parte, que su cliente se querellará contra Villalobos por sus duras declaraciones.