Hasta el último minuto. El Gobierno, las cajas y los partidos políticos han apurado al máximo la negociación del Real Decreto que reformará el sistema financiero español. El tira y afloja se alargó hasta la última hora de ayer. Las cajas, en un intento de facilitar el cumplimiento de las condiciones a la mayor parte de las entidades. El Ejecutivo, con el máximo esmero en no enviar al mercado el mensaje de una nueva marcha atrás en una de las reformas que los inversores reclaman con más empeño.
El plazo para cumplir las exigencias de capital centró ayer buena parte de las negociaciones. El punto de partida estaba claro. Como informó ABC, el Ministerio de Economía se mostró dispuesto a aceptar que la salida al parqué se produzca después de septiembre —el tope inicial— siempre y cuando en ese momento se haya puesto ya en marcha la burocracia que implica someterse al escrutinio de los mercados.
En las reuniones de ayer, el debate giró sobre la ampliación del plazo de salida a bolsa
Respecto a la dependencia de la financiación mayorista, el Real Decreto que aprobará hoy el Ejecutivo mantendrá el requisito del 20% inicialmente anunciado. Eso sí, será el Banco de España quien posteriormente, a través de una Circular, defina qué se entiende por financiación mayorista. Será en esta misiva en la que recojan las peticiones del sector que se centran en ampliar la definición de activos líquidos de una entidad, de tal modo que finalmente la dependencia de los mercados se vea reducida.
Por último, en cuanto a las exigencias de capital principal, se mantendrán los mínimos ya anunciados del 8% en general y del 10% para entidades que no coticen en Bolsa, no tengan una presencia de al menos el 20% de inversores privados en su capital y tengan una dependencia media mayor al 20% de los mercados mayoristas.
Será el Banco de España quien definirá qué se entiende por financiación mayorista
En todo caso, aunque se mantengan fijos los ratios mínimos, lo que sí ha variado con la negociación es la composición de la fórmula. Así, se incluirán las plusvalías latentes derivadas de las carteras de renta fija y variable que estén contabilizadas bajo el epígrafe de disponibles para la venta. También computarán los instrumentos de deuda que vayan a convertirse en acciones antes de 2013 o 2014.
Un consejero, en la protesta
Esta versión de la fórmula de capital principal ha conseguido calmar los ánimos de buena parte de la oposición política. Si las cajas llegan a un acuerdo con Economía, tanto los grupos nacionalistas como el PP darán su visto bueno a la reforma. No obstante, en Galicia, se celebraron ayer concentraciones en contra de la posible privatización de su caja, NCG, resultante de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. La más multitudinaria fue la de Lugo, donde se concentraron un centenar de personas, entre ellas, el copresidente de Novacaixagalicia, Mauro Varela. Es la primera vez que un alto directivo acude a una de estas movilizaciones. A la de Pontevedra también acudió uno de los vocales del consejo de administración de Novacaixagalicia, José Luis Veiga. En Ferrol, unas cincuenta personas secundaron la marcha. Similar número se registró en La Coruña. En el manifiesto común, todos criticaron que el Gobierno central «se dedique a sanear las cajas con fondos públicos para entregarlas a los bancos».







