Entrevistas
Guía de la Feria:
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SANTIAGO HERRERO / PRESIDENTE DE LA CEA
“La Feria de Sevilla sigue siendo un escenario ideal para hacer negocios”
M. J. PEREIRA
Para
Santiago Herrero, la Feria ofrece muchas oportunidades a los empresarios.
«El mayor provecho que puede obtener un sevillano como tal, sea
cual sea su actividad profesional o laboral, es vivir la Feria, algo que
cada cual lo hace a su manera, pasarlo bien con la familia, los amigos
y aprovechar todo aquello que la Feria, en este sentido, nos ofrece. Ahora
bien, la propia infraestructura que demanda el crear una ciudad efímera
capaz de albergar y atender a cientos de miles de personas, genera una
actividad mayor en las empresas relacionadas con este sector de producción
y que, obviamente redunda en la creación de puestos de trabajo».
A su juicio, la Feria es una buena carta de presentación, aunque
—matiza— la imagen de Sevilla es ya universal de por si. «La
globalización, o la que también llamamos aldea global, ha
superado fronteras y, gracias a los avances tecnológicos, bien
puede decirse que el mundo es un pañuelo. Pero la mejor carta de
presentación para todos es la propia imagen que tiene Sevilla y
su fama universal».
Esta feria y los negocios están indisolublemente unidos y el presidente
de los empresarios recuerda en este sentido que «la Feria, que tiene
mucho más que siglo y medio de vida, nació, como todo el
mundo sabe, como mercado ganadero en una Sevilla sujeta a los esquemas
de su condición de ciudad agraria con muchos recursos y, por supuesto,
para hacer negocios. Fue el propio tiempo el que fue transformando, gracias
a su éxito desde que se creó, aquel escenario para convertirse
en lo que hoy es. Los tiempos han cambiado y aquellos esquemas del ayer
han variado notablemente. Pero fiel a sus propios principios, la Feria
sigue siendo un escenario ideal para hacer negocios o, al menos, para
ser punto de partida».
Añade Herrero que «la Feria, además de todo lo que
ofrece en la actualidad, fue siempre un lugar de negocio y tenía
un marcado carácter mercantil. Son días, por tanto para
el reencuentro con amigos y clientes y es lógico que muchos empresarios
también la aprovechen para agasajar a éstos y, si es posible,
llegar a acuerdos que puedan terminar en nuevos negocios».
Aunque es de todos conocidos la importancia que la Feria tiene para las
empresas, ya que supone una oportunidad para agasajar a sus clientes,
Herrero rehúsa pronunciarse sobre los presupuestos que muchas empresas
destinan a ello ««Atender a quienes nos visitan a cada uno
es algo que en Sevilla se practica desde siempre. Hablar de presupuestos
bajo este punto de vista sería como tasar el valor de las amistades,
cuando las amistades no tienen precio».
En cuanto a la masificación y su efecto en la imagen de la Feria,
declara que siempre se suele abundar en esa idea, aunque él no
opina igual. «La Feria siempre es distinta y siempre es igual. Y
cada uno la cuenta según le va. La ciudad ha crecido mucho y la
masificación es inevitable. Pero Sevilla —dice— sabe
vivir en las bullas desde siempre. Es cierto que esta masificación
también se produce en el Paseo de caballos y también es
más que cierto que Sevilla tiene un sentido de la medida que termina
imponiéndose».
Sobre la propuesta de introducir casetas de dos plantas en el real, recuerda
que «ya las hubo en otros tiempos y hay muchos documentos gráficos
que así lo atestiguan. Nada hay nuevo bajo el sol. Y mucho menos
en la Feria». A su juicio, la innovación es posible en esta
fiesta «que aunque parece anclada en el tiempo, se ha ido adaptando
a cada tiempo que le ha tocado vivir. Pero lo ha sabido hacer como si
no lo hiciera para seguir pareciendo siempre la misma aunque sea distinta».
En lo que respecta al traslado del real al Charco de la Pava, Santiago
Herrero se remonta a los orígenes de la Feria, «que —señala—
comenzó en lo que entonces era el lejido del Prado de San Sebastián
y para el ganado se concedieron los pastos gratuitos de Tablada. Andando
el tiempo, cuando ya no cabía la Feria tal como ahora es, en el
Prado, y de eso han pasado ya más de treinta años, se trasladó
al campo de Los Remedios. No fue fácil la decisión pero
sí resultó acertada. Y siguió siendo la misma Feria.
Ahora existe el proyecto de traslado al Charco de la Pava. La Feria seguirá
siendo la Feria donde quiera que esté y será siempre lo
que los sevillanos queramos que sea y, como siempre ha sido, adaptándose
a los tiempos y las circunstancias».
En su opinión, el concepto de «typical spanish» es
despectivo y asociarlo a la Feria es un tópico. La rentabilidad
económica de la Feria es motivo de análisis para Santiago
Herrero: «Hay una rentabilidad económica y otra no necesariamente
económica, que es casi imposible de evaluar, cual es la imagen
de Sevilla que se proyecta en el mundo, pero qué duda cabe que
en sectores como el turismo, su capacidad de convocatoria es muy alta
y, en este aspecto se pueden unir muchos factores que repercutan favorablemente
en esa doble rentabilidad».
Cada año, las autoridades ofrecen a los medios de comunicación
unas cifras económicas sobre los ingresos turísticos generados
por la Feria de Sevilla. El presidente de los empresarios de Andalucía
no las pone en cuestión al decir que «están avaladas
por datos que sí que pueden ser fácilmente contables y medibles».
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